A partir de ahora puede que sea de lo más común y normal del mundo entrar al local de moda y pedir un “Beckham sólo con hielo”. Este es el nuevo proyecto empresarial en el que se ha metido el ex futbolista de la mano de su mujer, Victoria Beckham, un proyecto con el que, cuentan, el ex de clubes como el Real Madrid o PSG está sumamente ilusionado de poder ver convertido en realidad.
Embajador de un whisky
Abril de 2014. Con el Mundial a la vuelta de la esquina y protagonizando varias campañas comerciales de cara a la cita brasileña, el ex futbolista británico David Beckham acapara la portada de los medios por su arriesgada aventura empresarial en la que se embarcaba: ejercer de embajador para la compañía de whisky escocés Diageo con su nueva marca, Haig Club Single Grain Scotch Whisky.
Este nuevo contrato comercial desata el debate acerca de si el mismo es el tipo de contrato ideal para la marca Beckham, una marca impoluta a lo largo de toda su carrera por el que las grandes firmas comerciales se desviven por incorporarlo como embajador de las mismas. Más sea como fuere, el británico firma el acuerdo que le convierte, desde ese momento, en nuevo embajador de la compañía.
Un paso más allá
A partir de aquí, podría decirse que el ex futbolista inglés ha ido un paso más allá con el anuncio realizado en estos días. Así, durante el pasado fin de semana, el matrimonio Beckham festejaba en Escocia la última aventura empresarial del británico: en asociación con la marca con la que tan sólo unos meses antes había firmado un acuerdo como embajador, ahora lanzaba al mercado su propia marca de whisky, un nuevo campo en el que parecen adentrarse cada vez más deportistas profesionales.
Hace tan sólo unos días hablábamos de los problemas que tiene el argentino Leo Messi para tratar de comercializar en Europa el vino que ya hace meses lanzó en Argentina, debido a un problema con el registro de la marca “Leo”, nombre con el que se comercializa en el país sudamericano, marca que ya comercializa una bodega de vinos portuguesa. A la vista de esta nuevas aficiones de las grandes estrellas del deporte en general y del fútbol en particular, tan sólo falta preguntarse cuánto tardarán Cristiano Ronaldo o Neymar en tener su propio licor.