En un contexto de inflación, presión tributaria, pérdida de poder adquisitivo y próximas negociaciones paritarias entre otros factores, son considerados habitualmente como las causas de la pérdida de competitividad, aumento de los costos de producción y/o disminución en los márgenes de ganancia. La caída de la competitividad es sin dudas una de las grandes preocupaciones de los empresarios argentinos en la actualidad.
En este escenario económico es imprescindible más que nunca asegurar relaciones duraderas entre la empresa, su cadena de valory otros actores que pueden afectar de manera significativa las actividades, los productos o los servicios de la organización como los empleados, los entes gubernamentales, los grupos ecológicos o vulnerables y la comunidad entre otros. Una de las claves para fortalecer estos vínculos es el diálogo sistemático con dichos grupos de interés o stakeholders.
Como en otras áreas del managment no se puede improvisar o gestionar solo intuitivamente sino que se requiere de un sistema de gestión eficiente para poder identificar a los grupos de interés principales, comprender sus necesidades, incluir los temas relevantes en las decisiones y medir los resultados sobre el progreso alcanzado. La norma AA1000SES y las directrices del Global Reporting Initiative (GRI) son los estándares internacionales de mayor reconocimiento mundial para lograr un diálogo productivo. Además el GRI ofrece el marco más relevante y utilizado para elaborar los balances sociales o reportes de sustentabilidad.
Además de estos desafíos de relacionamiento debemos tener en cuenta como mitigar los riesgos del impacto ambiental que generan los negocios, otros de los temas sensibles en la agenda de los ejecutivos. Por ese motivo la competitividad ya no debe ser analizada solo por las condiciones de la concepción clásicas de la economía como la producción, la demanda de consumo y el nivel de precios sino que debe incorporar otros elementos de análisis de largo plazo como los retos sociales y ambientales que generan una “competitividad sostenible” y no circunstancial.
Competitividad Sustentable
Un claro indicador de esta tendencia es el Índice de Competitividad Sostenible desarrollado y publicado anualmente desde el 2011 por el Foro Económico Mundial. Este índice apunta a la “calidad del crecimiento” evaluando “el conjunto de instituciones, políticas y factores que hacen a una nación permanecer productiva sobre el largo plazo mientras asegura la sostenibilidad social y medio ambiental”.
En la construcción de este indicador el Índice de Competitividad Global (GCI) es ajustado por dos pilares: el pilar de sostenibilidad social y el de la sostenibilidad ambiental. En el aspecto social se mide el acceso al agua y la salud, la vulnerabilidad en el empleo, la informalidad de la economía y la movilidad social entro otros aspectos. Sobre el pilar ambiental se evalúa las regulaciones ambientales, el uso de recursos renovables y la degradación del medio ambiente.
En la última medición del Reporte de Competitividad Global 2013-2014 Argentina ocupa la posición 104 de 147 países analizados. La brecha entre el país de mejor índice ajustado, Suiza con 6,77 y Argentina con índice ajustado de 3,55 la coloca con un negativo de -46,57%. Esto pone de manifiesto la compleja tarea pendiente del país en la materia y la necesidad de Políticas Publicas claras, en un compromiso de largo plazo superador al oportunismo de los gobiernos de turno.
Bajo este nuevo escenario para la competitividad es vital considerar un sistema de gestión de la sustentabilidad de la organización. Las empresas que entienden la sustentabilidad, de manera equivocada, como un costo vinculado a su imagen a corto plazo, generalmente han alcanzado un nivel filantrópico con escaso valor estratégico. Para que sea una herramienta de creación de valor debe ser una gestión transversal que contribuya a la propia cadena de valor y se defina desde el propio core del negocio, en el corazón de la estrategia empresarial.
Estructura del Índice de Competitividad Global (GCI) ajustado por la sustentabilidad
Fuente: The Global Competitiveness Report 2013–2014
Por Lic. María Martha Nadeo – Directora de NADEO® y CPN Ariel Ernesto Giménez-Consultor Asociado en Competitividad Sustentable en NADEO®