Lo que probablemente fue la última colección prêt-à-porter de Marc Jacob para Louis Vuitton pareció un desfile de duelo el miércoles con negro, negro y más negro.
Una fuente oscura y un carrusel con caballos entilados surrealistas se encontraron con un universo de atuendos, todos negros. Sirvientas limpiaron el polvo de las escaleras del perturbador escenario, en el que se hizo un recorrido de los influyentes 16 años en los que Jacobs reinó Vuitton.
Poco después de la pasarela en el Museo del Louvre en París, la metáfora visual tuvo una explicación: el conglomerado francés de lujo LVMH Moet Hennessy Louis Vuitton anunció que Jacobs se retiraba como director creativo de su emblemática marca.
Jacobs, quien también es director de una marca epónima, es uno de los nombres más grandes en la industria de la moda. Bajo su dirección, Louis Vuitton se convirtió en la casa de modas más lucrativa del mundo, en parte gracias a su creación de una línea de confección.
LVMH, dueña de Louis Vuitton y otras marcas de lujo que van desde joyas hasta champaña, no dijo quién reemplazará a Jacobs ni cuál será su próxima movida.
Tras el show del miércoles, las modelos caminaron en fila con tocados de plumas negras que parecían de guerreros, evocando un aura de autodefensa.
La exhibición de 41 piezas — que usó medias de tul negro bordadas, chaquetas Eisenhower decoradas estilo cabaret con grandes hombreras con plumas, bordados oscuros, chaquetas de esmoquin y algunos jeans holgados estilo años 40 — fue un suceso oscuro.
Sobre la vislumbrante pasarela las agujas de un enorme reloj iban atrás en el tiempo en lugar de hacia adelante, como si el diseñador estuviera tratando de mirar al pasado, de recuperar algo de tiempo incluso.
“Miramos hacia atrás y usamos piezas de todos los escenarios del pasado y los hicimos en negro”, explicó Jacobs entre bambalinas sin hablar de sus planes futuros.
La ropa, también, fue un viaje en el tiempo. Largos y gruesos vestidos eduardianos y grandes mangas se fusionaron con detalles decorativos negros en corsés que evocaban las modas de los años 1900 y que se contrastaron con estilos más reveladores tipo cabaret, según informó Diario Uno.
En las notas del programa, Jacobs incluyó un emotivo adiós para el director ejecutivo de LVMH: “Para … Bernard Arnault. Todo mi amor, siempre”.
Y la ovación de pie de Anna Wintour dijo más que mil palabras. El raro y visible aplauso de la poderosa editora de Vogue en Estados Unidos, a quien Jacobs también dedicó su show, cerró con broche de oro su paso por Louis Vuitton.
Glenda Bailey, la influyente editora estadounidense de Harper’s Bazaar, se expresó con evidente emoción.
“Es el fin de una era. Ver el espectáculo fue como ver la vida de una pasar frente a sus ojos, porque se hizo referencia a tantos momentos memorables”, dijo a The Associated Press, mencionando los estampados “Louis Vuitton”, los corsés, las siluetas con cuellos altos y los bordados.
“Marc le trajo una energía tan increíble a Louis Vuitton y realmente debe ser celebrado por traer a la vida a esta casa y por crear una visión a la que ahora alguien más dará continuidad”, agregó.
Bailey se abstuvo de comentar sobre rumores de que Jacobs será reemplazado por el diseñador Nicolas Ghesquiere, quien dejó Balenciaga el pasado noviembre. Sí dijo empero, que el nuevo diseñador tendrá oportunidades únicas gracias a la buena situación financiera de LVMH.