A falta de presentación oficial, el Real Madrid acaba de firmar el acuerdo de naming rights de su estadio Santiago Bernabéu para convertirse en la entidad que más caro ha vendido la gestión y cesión de los derechos del nombre del estadio a una marca, hecho éste aún más relevante si tenemos en cuenta que la firma en cuestión no dará nombre completamente al Bernabéu sino que sólamente acompañará al tradicional, una fórmula mixta hasta ahora no explotada a nivel mundial.
IPIC y los petrodólares se adueñan del Bernabéu
La semana pasada el Real Madrid, con su presidente Florentino Pérez a la cabeza, presentó en sociedad el acuerdo que habíamos anunciado alcanzaría el club blanco un mes antes en Marketing Deportivo MD, el que uniría a la entidad madridista con el grupo inversor árabe basado en el petróleo IPIC, un acuerdo que sería clave para la llegada a buen puerto de las obras que el máximo dirigente madridista tiene pensado acometer para la remodelación del estadio, unas obras no en vano que se encuentran en pleno litigio legal y que han llevado al presidente blanco incluso a la idea de abandonar el proyecto remodelación y optar por la improbable posibilidad de construir un nuevo feudo blanco.
Ya por aquel mes de septiembre anunciábamos que el citado acuerdo tendría mucho más calado que la simple incorporación de una nueva entidad al portfolio de patrocinadores del club. Implicaba la apertura de las puertas de manera casi definitiva a la cesión del nombre del estadio madridista a manos de los designios e intereses de dicha compañía, un hecho que, aunque no fue confirmado en la presentación oficial del acuerdo llevada a cabo hace tan sólo una semana, a pocos en el sector se les escapaba que era el motivo fundamental y básico del acuerdo alcanzado.
El Madrid firma el acuerdo de naming más caro del mundo
A partir de aquí, las especulaciones acerca de quién será definitivamente la marca que acompañe en la fachada del nuevo estadio al mítico Santiago Bernabéu se sucedían. Más sin embargo todas ellas tenían un elemento común: los nombres que se presentaban se ceñían al círculo inmediato de IPIC y su gigantesco acuerdo con el Real Madrid. Así, se barajaban desde filiales del grupo como la española CEPSA hasta la de la propia IPIC.
Hace tan sólo un par de días, el pasado lunes, el diario El Mundo anunciaba en exclusiva que el club blanco ya habría firmado el acuerdo de naming del estadio el mismo día que presentaba oficialmente su vinculación con IPIC, un acuerdo que reportará a las arcas madridistas una cifra que rondará los 21,25 millones de euros por temporada durante los próximos 20 años, esto es, un total de 425 millones de euros que convertirán las obras de reformas del Bernabéu, estimadas en algo más de 450 millones de euros, en unas obras casi sin coste para las arcas madridistas.
El Abu Dhabi Bernabéu
Conocidos los datos del acuerdo, el siguiente motivo para especular era el nombre como decíamos anteriormente que acompañaría a Santiago Bernabéu en la fachada del nuevo estadio. Y entre las tres posibilidades, finalmente será la del apellido árabe que hablábamos allá por el mes de septiembre la que triunfe. Y por varios motivos.
La primera opción que se barajó fue la de conceder al Bernabéu el nombre de Cepsa Santiago Bernabéu, donde la marca, Cepsa, filial española perteneciente al grupo IPIC, sería la que llevaría el peso del naming. Sin embargo, esa marca, ampliamente conocida a nivel nacional, no tendría a nivel internacional el calado y la repercusión neceesaria como para hacer rentable una tasa de retorno interesante para IPIC.
Otra opción fue la de utilizar el propio nombre del grupo inversor, IPIC, nombre ampliamente de igual manera conocido en el mundo árabe pero con apenas repercusión y proyección fuera de ese mundo y de los ámbitos económicos. De este modo se llegó a la conclusión que el mejor nombre para acompañar al Santiago Bernabéu sería el de Abu Dhabi, suficientemente reconocido a nivel mundial y que reportaría un importante beneficio al grupo y al país al que pertenece.
Con este, se da un primer paso para la expansión de un producto como es el del naming right en Europa, ampliamente implantado en algunas ligas como la Bundesliga o la Premier pero que en el resto de Europa, tal y como vimos ayer en nuestro Especial MD sobre naming de los estadios europeos aún tiene mucho recorrido por realizar.