Con fecha 13 de diciembre, el interventor de la EPE, Mauricio Caussi, envió una carta a los trabajadores de la empresa, explicando los lineamientos generales de intervención que había generado mucho nerviosismo en el personal.
En uno de los párrafos, Caussi solicita, palabras más palabras menos, eficiencia y compromiso para preservar los puestos de trabajo: “Un criterio fundamental será que las tarifas de los servicios públicos y precios, contribuyan a la promoción de la competitividad de las actividades productivas desarrolladas en la Provincia, a fin de preservar los puestos de trabajo existentes, como así también a generar más y mejores empleos”.
La misiva fue tomada con cierto alivio por parte de los 3.950 empleados de la EPE, trabajadores que gozan de remuneraciones y condiciones laborales envidiables para cualquier empleado del sector privado.
Cabe destacar, que en una investigación realizada en el año 2018 por Fundación Libertad, con el apoyo de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) y la Red Federal de Políticas Públicas, se advierten preocupantes indicadores que posicionan a la EPE como una de las empresas provinciales de energía más ineficientes del país, con excesiva cantidad de empleados por cliente y pérdidas millonarias por uso clandestino e ineficiencia técnica.