Formados en círculo, con gesto de recogimiento y concentración. Así se los observa orar todas las mañanas a los trabajadores de Francos Construcciones, una empresa dedicada a edificación en base a paneles metálicos que interviene actualmente en variados proyectos, insertando a fieles de la iglesia “El Redil de Cristo” en el mundo laboral, sin perder de vista la espiritualidad aplicada a cada ámbito de la vida.
“Yo formo parte de esta iglesia donde mi padre oficia de pastor hace 24 años (actualmente funciona en el cine América y cuenta con 6 mil fieles); y la empresa surgió allí, cuando le comenzamos recomendando a Néstor Rozín (titular de Rogiro Aceros) gente para trabajar en diferentes actividades. Al ver que todas eran personas responsables y aplicadas al trabajo surgió la idea de arrancar con una empresa constructora con fieles de la iglesia”, apuntó David Sensini, la cara visible de Francos Construcciones, en diálogo con ON24.
Espiritualidad y contención social
A partir de esta propuesta, el espectro de la iglesia se amplió desde el apoyo en cuestiones de fe, a ofrecer posibilidades de inserción laboral y capacitación en oficios para una vasta cantidad de trabajadores que intervienen en obras; muchas de ellas, con fines sociales.
Además de intervenir en la ambiciosa obra del fideicomiso Sol de Funes en trabajos de cerramiento, la empresa impulsada por los fieles ha construido una estructura metálica para una iglesia con capacidad para 5 mil personas en la localidad bonaerense de Hurlingam; al tiempo que se embarcan en la construcción del edificio de su propia iglesia sobre calle Uriburu, aquí en Rosario.
“El sistema es bueno, rápido, y es anti sísmico; pero además da trabajo a mucha gente que se involucra en las obras civiles para los cerramientos”, apuntó Sensini. Y agregó, “esta forma de construcción se está utilizando para obras sociales. Se están haciendo casas para erradicar villas de emergencia, y en el norte se reemplazan los techos de paja de las viviendas precarias por termopaneles. Estamos trabajando fuertemente en acción social”.
Consciente que la iniciativa de orar llama poderosamente la atención por no ser una práctica que se vea seguido; David comenta que los trabajadores están convencidos que “su sostén es Dios”; en el rezo “piden ser responsables, cuidar a quien los emplea, el trabajo, el sostén de la casa”. Y muchos de quienes al principio los miraban con asombro, “nos cuentan sus problemas y los hemos acercado a la iglesia. Es una forma de trabajo novedosa”, está claro.