Tierras públicas urbanas ociosas son usurpadas por vecinos que agrandan sus patios o construyen piscinas

El problema está en la capital santafesina pero también ocurre en Rosario. Fisherton está entre los barrios detectados

Sabido es que el Estado nacional tiene tierras ociosas en todas las grandes ciudades del país, junto a las vías del ferrocarril son los terrenos más habitualmente ocupados por vecinos que buscan extender sus patios hacia donde no les corresponde. Es un hecho social, pero no por necesidad, mejor dicho por “viveza criolla”.

Es llamativo tener que poner el foco sobre las usurpaciones generadas por la clase media, propietaria de viviendas tradicionales en barrios históricos de Santa Fe o Rosario, que se aprovechan del abandono que hace el Estado nacional de esas tierras, para ponerlas a su disposición particular o bien sumarlas a sus propiedades privadas.

Esta “avivada” está empezando a ser inspeccionada porque hay una gran campaña del gobierno nacional para licitar y vender espacios públicos para desarrollos inmobiliarios privados. Aquí no se da el caso de una justificación en una necesidad social, sino en un aprovechamiento indebido de tierras ajenas.

Así como vemos que ocurre en Fisherton, tradicional barrio de Rosario, el diario El Litoral de Santa Fe detectó con su drone, situaciones irregulares junto a bicisendas y vías abandonadas del ferrocarril, que atraviesan la capital de la provincia.

Usurpaciones santafesinas

La usurpación de este tipo de terrenos y construcciones ferroviarias no es nueva. Ocurre en distintas zonas de la ciudad capital por donde hace décadas dejó de pasar el tren. La ausencia de un plan y un destino para estas tierras dan lugar a este tipo de intrusiones.

En las zonas en cuestión los vecinos ampliaron sus patios. También levantaron muros para delimitar con total impunidad el suelo ganado al espacio público que pertenece, en verdad, al sin número de bienes del Estado Nacional en similar situación, híbrida, sin destino ni uso.

Así las cosas los vecinos construyen muros nobles de material con techo de chapa. También instalan cercos de alambre. Hasta una piscina para refrescarse en el caluroso verano santafesino. Todo a la vista de los miles de ciclistas que atraviesan la zona a diario para ir y volver, de norte a sur, por la ciudad fundada por Juan de Garay, Santa Fe.

Este caso de la piscina -es un piletín- trae a la memoria el recuerdo del vecino que en 2021 quiso construir una de material junto a la vía, al fondo de su casa de barrio Sargento Cabral, sobre Pedro de Vega al 1300, a metros del corredor “verde” que une el Puente Negro con General Paz. Aquella vez, el diario El Litoral, tituló la insólita noticia: “Hacían una pileta en terrenos públicos y los descubrieron”.

En el límite norte de este lote hay un viejo cabín del ferrocarril. Este cabín alguna vez fue restaurado por la Municipalidad de Santa Fe. En aquel entonces se dijo que iba a ser destinado a la actividad cultural del barrio. Incluso se llegó a mencionar que quedaría bajo el uso y la tutela de un artista local. Pero ello nunca ocurrió. Y una vez más, volvió a ser intrusado. Ahora hay gente viviendo allí.

 De lo público a lo privado

Dentro del plan nacional para pasar terrenos de lo público a lo privado, en Santa Fe se hizo foco primero en los fondos de la Estación Belgrano, en barrios Candioti Norte y Siete Jefes. Allí se planifica una gran urbanización de los terrenos, con torres de departamentos, un sector gastronómico y recreativo y mucha naturaleza. El intendente Juan Pablo Poletti  lo denominó Ecoparque Belgrano para darle esa impronta. El proyecto avanza. La Nación y el Municipio rubricaron a fin de año un convenio. Ahora debe pasar por el Concejo y luego vendrá la subasta para que inversores privados comiencen las obras.

En el norte, por Guadalupe, hay otro sector de terrenos ociosos que pertenecen a la Nación. Por el momento no se avanzó con ese mismo destino. Pero figuran entre los suelos a subastar en el futuro por el gobierno de Milei.

Lo que no se dijo todavía es cuál será el destino del resto de terrenos ociosos en similar situación que existen hoy en la ciudad de Santa Fe, como es el caso de esta lonja en barrio María Selva, que ya fue usurpada nuevamente.

Será todo un trabajo de inspección, detección y labrado de actas para hacerles entender a los vecinos que utilizan terrenos ajenos para cercarlos como propios, que están cometiendo un delito grave y que deberán pagar multas u otras consecuencias por su accionar fuera de la ley y del respeto por la propiedad privada.

 

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