El CEO de Reba -el banco 100% digital de Transatlántica Compañía Financiera, Stefano Angeli, participó de lo que será la nota central de la Revista 14° Aniversario de ON24, en la que el medio entrevistó a 14 empresarios, referentes en sus respectivas actividades, con 7 preguntas que no responden a temas específicos de la coyuntura necesariamente, sino al marco en el cual se desenvuelven día a día para generar valor agregado y fuentes de empleo, en un país que habitualmente presenta más obstáculos que impulsos para lograr tal objetivo.
¿Qué cambiaría de las políticas económicas adoptadas en los últimos 14 años?
No me enfocaría en decir qué cambiaría de las políticas económicas, sino en qué le hubiese agregado. Considero que faltaron algunas herramientas, mecanismos y normativas que permitan formalizar un poco más la economía. Desde la informalidad es imposible crear un país con acceso al crédito, con la población bancarizada, que es lo que permite a los individuos, a las familias y a las empresas salir adelante.
Teniendo una idea brillante y los medios para llevarla adelante, ¿se puede hacer dinero hoy en Argentina?
Creo que una idea brillante y medios para llevar adelante son un buen negocio en cualquier rincón de la tierra. Seguramente, esa idea brillante y esos medios hoy crean más valor en un país con más infraestructura, acceso al capital, mercado y reglas de juego claras, que es lo que se puede crear en Argentina, donde esto hace mucha falta y no está tan claro, además de cambiar permanentemente al correr de los años.
¿Cuál es la mayor traba burocrática o tributaria a la hora de abrir una empresa en Santa Fe?
Santa Fe está embebida en la misma complejidad que encontramos en toda Argentina, lo cual está relacionado principalmente con la presión tributaria, que hace que los incentivos para los empresarios en desarrollar sus negocios de manera agresiva (en términos positivos) y absolutamente formales no sean los adecuados.
¿Te incomoda la palabra empresario? ¿Por qué tener dinero en Argentina está mal visto?
La palabra empresario me enorgullece, pero sí claro está que el público argentino tiene un mal concepto del empresariado, y considero que la política ha hecho mucho durante mucho tiempo para que así sea visto. Además, al no haber un mercado de capitales desarrollado, no hay relación ni inversión directas del público general en las empresas de Argentina. Por ende, algo que sucede en otros países donde las personas son los principales inversores, accionistas de las empresas privadas, los habitantes de la población están perfectamente alineados con los intereses de los empresarios, cosa que en Argentina, con un mercado de capitales tan subdesarrollados, no sucede.
¿Qué otro proyecto te gustaría encarar por fuera de tu empresa actual?
Por fuera de la empresa actual, me encantaría encarar proyectos de impacto global o de alcance absolutamente global internacional, sea cual sea. Me seduce mucho pensar en el mundo como un mercado único con la posibilidad de exportar talento, mano de obra, recurso argentino y poder generar ingresos en otros mercados y en otras monedas.
¿Qué es lo que más te cuesta comprender de la sociedad argentina?
Su falta de acuerdo y su egoísmo; aunque muchas veces no se la puede juzgar porque no tiene muchas herramientas para cambiarlo, tiene que tomar decisiones individualistas y egoístas en pos de sobrevivir, lo que hace que no podamos tomar decisiones de largo plazo y en sociedad, que es lo que necesitamos para superar esta situación de un país que, en lugar de ir para delante, muchas veces está estancado o, quizá, va para atrás.
¿Dónde buscas inspiración para tu negocio?
La inspiración en mi negocio la busco en viajes, viendo qué están haciendo las mejores empresas del mundo que hacen lo que yo hago y pudiendo ver compañías que están basadas en mercados súper desarrollados y donde no tienen restricciones de capitales, de innovación, de mercado, de demanda; trato de ver esas buenas experiencias para tratar de replicarlas y traerlas a nuestro mercado local.
REDACCIÓN ON24
