El economista Adriano Mandolesi, Jefe del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales de Fundación Libertad, puso las finanzas municipales bajo la lupa:
Las cuentas públicas rosarinas para el período 2003 – 2013 exhiben resultado fiscal negativo. El mismo pasó en dicho lapso de $13 millones a $311 millones, es decir, creció 24 veces. Si bien a través de distintas fuentes financieras se obtienen los recursos para equilibrar las cuentas, no se ha podido revertir esta situación deficitaria en una década.
Economía en Pocas Palabras
Dentro de los gastos, la partida de mayor preponderancia es la de gastos en personal, que absorbe casi la mitad del presupuesto de la ciudad. La participación de este rubro ha mostrado un crecimiento significativo dentro del total de gastos pasando del 39% en 2003 al 46% en 2013 explicado por los incrementos salariales y por la incorporación de agentes estatales. Por su parte, la inversión en obra pública muestra un comportamiento errático lo que no permite vislumbrar una política clara y sustentable en la materia. En cuanto a la finalidad de los egresos municipales, sanidad y servicios a la comunidad son las partidas de mayor representación. En este marco, cabe destacar que la salud es prioridad para el gobierno local y lo destinado a este propósito representa casi el 30% del total de gastos.
Los recursos de origen municipal equivalen al 50% del total para el ejercicio 2013, participación que ha disminuido notablemente en los últimos años ya que en 2003 representaban el 60% del total. Se puede inferir que hay una mayor dependencia de los fondos que envía el gobierno central. Dentro de los tributarios municipales, TGI y DREI siguen siendo los más significativos dentro del total, al absorber casi el 90% del total. Lo que se observa en los últimos años es un cambio en la composición de ambos, avanzando DREI por la inflación y el crecimiento del nivel de actividad y perdiendo lugar la TGI.
En esta edición de Temas Públicos además se pasa revista a varias experiencias exitosas e innovadoras de financiamiento local en América Latina que Rosario podría considerar para fortalecer sus números fiscales sin recurrir sistemáticamente en la suba de impuestos. Las mismas incluyen renegociación de deuda, incentivos a los contribuyentes y recuperación de cartera vencida. Paralelamente, estos esquemas son acompañados por programas de austeridad fiscal y de mayor control de erogaciones. Un aporte a la discusión sobre las finanzas públicas del municipio.