El reempadronamiento obligatorio decretado por la Municipalidad de Rosario en el marco de la emergencia en seguridad marcha lento y con críticas. Lejos de pasar desapercibido, la medida levantó la polvareda en las últimas semanas debido a la inconformidad de los rubros alcanzados con las nuevas exigencias municipales.
Según números oficiales, de un total de 1500 comercios, entre armerías, compraventa de teléfonos celulares, talleres mecánicos, desarmaderos, chatarrerías, comercios de compraventa de repuestos usados, espectáculos públicos, y aquellos vinculados con el uso de precursores químicos; sólo se realizaron 40 trámites. Mientras siguen aflorando los cuestionamientos.
“Hemos tenido discusiones internas importantes”, aseguró el titular de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Rosario (Aeghar), Carlos Mellano; haciendo foco sobre el desacuerdo que existe con el decreto entre los comerciantes del rubro. Y ahondó, “nosotros como asociación tenemos la responsabilidad de exhortar a nuestros asociados a que cumplan el decreto, después, en lo particular, cada uno puede hacer sus críticas (…) Hay algunos que plantean denunciarlo como inconstitucional, pero eso queda librado a cada uno de los establecimientos”.
Sin consulta
Al hablar del trabajo cotidiano junto al municipio en tareas de control, Mellano consideró que si bien existe un diálogo fluido, ni el Ejecutivo ni el Concejo le pidieron opinión antes de decidir el reempadronamiento. “Sobre este caso puntual no nos han consultado ni hemos sido convocados a la mesa para explicar nuestra posición, directamente sacaron el decreto y nos involucraron”, apuntó.
Pese a que vencerá el plazo de reinscripción la próxima semana, la cantidad de afluencia es escasa, y sólo tres boliches se presentaron para realizarla.