“Voy a ser candidato a presidente en las próximas PASO. Ni apunto a la gobernación ni seré ministro”, esa fue la frase que disparó Florencio Randazzo luego de mostrar las nuevas formaciones del tren que recorrerá la conexión Rosario-Buenos Aires. La fiebre electoral puede más y el actual titular de la cartera de Interior y Transporte lo deja en claro, apostando a recuperar el sector ferroviario para llegar a 2015 con esa carta de presentación. Desde hace tiempo, el ministro del Interior y de Transporte, viene explotando políticamente la obra, a la que también se suman funcionarios provinciales y municipales.
Paso a paso, el proyecto del tren Rosario Buenos Aires comienza a plasmarse con acciones. Después de 10 horas de viaje, por el estado de las vías, las 11 formaciones que moverán a 470 personas se estacionaron en Rosario Norte y resultaron ser un imán para los curiosos.
En pleno entusiasmo no faltó tiempo para las declaraciones políticas y Alejandro Ramos fue uno de los primeros que enfrentó los micrófonos. “Queremos aprovechar la llegada del tren para ratificar la voluntad política del gobierno nacional para que la obra avance conforme a lo que veníamos planificando. Estamos frente a una inversión de $3.000 M, generando dos mil puestos de trabajo, que vienen realizando la renovación de vías. Es una puesta en marcha muy importante para nuestro país y sobre todo para la provincia. Se trata de una obra sin retorno”, destacó el ex intendente de Baigorria.
Está previsto que las cintas se corten a mediados del 2015, con cierta puntería política, ya que será a pocos meses antes de los comicios. Además, se estima que costará la mitad que los colectivos y tardará 3 horas y media.
Con el arribo de Randazzo volvieron a sonar los flashes, y los discursos se acercaron a la Casa Rosada. “Con el tiempo, va a superar a la gente que viaja en colectivo, como sucedió en Buenos Aires. La presidenta tiene un gran compromiso con esto”, dijo Randazzo, dejando en claro que trabaja para el espacio de la Presidenta.
El tren Rosario Buenos Aires está cada vez más cerca y con los ojos puestos en las urnas, las obras aceleran su ritmo.
