A contrapelo de la cotidiana disconformidad de los consumidores con las operadoras de telefonía, las soluciones en las prestaciones del servicio aparecen lejanas. No sólo por una cuestión de déficit de infraestructura que viene de arrastre, sino también por temas más profundos y complejos cuya resolución no se observa en el corto plazo, ni se destraban con un mero gesto de predisposición municipal.
“Hay algo de normativa y de inversión, pero me quedo más con el tema de la inversión”, aseveró sobre los principales puntos problemáticos una voz empresaria rosarina con amplios conocimientos del sector, bajo la condición de que se reserve su identidad. Al tiempo que apuntó a que el problema local (y del país) en lo que respecta a un deficiente servicio de telefonía, no se limita a las antenas.
Este tema tomó fuerza esta semana cuando Miguel De Godoy, el titular del Ente Nacional de Comunicaciones (ex COMFER, ex AFSCA), visitó la ciudad para firmar junto a la intendente Fein, un acuerdo para mejorar la infraestructura de antenas y evaluar su impacto. Lo cual, se superpuso a las intenciones presentadas al Concejo por parte de operadoras de telefonía móvil de duplicar las torres en el ejido urbano.
Si bien la voluntad de incrementar infraestructura parece interesante, según la opinión empresaria consultada, al momento, los anuncios de inversión por parte de las operadoras se han quedado sólo en eso: anuncios. “Las empresas tienen un discurso pero los balances dicen otra cosa”, apuntó sobre las diferencias entre lo dicho y lo hecho. Y siguió, “esto se soluciona con inversión; lo que hace la Municipalidad con el Enacom es sacarle el argumento de que no pueden invertir porque el Estado no se los permite. Pero para que las empresas inviertan precisan previsibilidad”.
Teléfono descompuesto
La falta de previsibilidad apuntada por la fuente hace referencia a una situación que se generó luego de que el gobierno tomó la decisión de abrir la competencia en un mercado que funcionó fuertemente concentrado en épocas del kirchnerismo. Lo cual, derivó en un brete de fuertes intereses encontrados entre Telefónica /Claro y Clarín/Cablevisión/Nextel; que tiene a Telecom terciando en la discusión dado que uno de sus principales accionistas, David Martínez, tiene una pierna puesta en cada grupo de medios.
En términos resumidos, el berenjenal en el que la situación se encuentra hoy, y que traba las inversiones, tiene asidero en la amenaza de un millonario juicio por parte de Telefónica ante la justicia internacional por entender que el Estado le permitirá al Grupo Clarín (dueño de Nextel) operar licencias de alcance nacional para utilizar las bandas de frecuencias compatibles con la tecnología 4G a un precio más bajo comparado con el que les aplicó el kirchnerismo en su momento. Argumentos que Clarín desmiente asegurando que el monto invertido para brindar el servicio supera con creces a lo desembolisillado por las demás operadoras.
La realidad de la infraestructura
“El 100% de lo que se vende son smartphones 4G. Las compañías están mudando a la gente de las viejas tecnologías que están colapsadas hacia las nuevas tecnologías. Pero es importante que las inversiones en 4G continúen”, aseguró el empresario.
Lo cierto, es que en esta materia Santa Fe sigue sufriendo. Según los datos difundidos por el Enacom, la provincia figura en cuarto puesto a nivel nacional en infraestructura de antenas de todos los servicios (2G, 3G y 4G). Si se toma la comparación con Córdoba, un distrito de similares población y superficie, Santa Fe se ve superada en todos los planos: 8,6% contra el 12,7% cordobés en radiobases 2G; 6,4% contra 9,3% en 3G y 6,5% versus 9,7% en 4G.
En este contexto, si bien surge la necesidad de que Rosario se adapte con ordenanzas modernas para la mejora del servicio, todo dependerá de resoluciones empresariales y estatales de alto rango que terminen por derramar fuertemente en las desvencijadas estructuras del interior.
REDACCIÓN ON24
