Ayer, 4 de mayo, se llevó a cabo la cena anual de Fundación Libertad, esta vez celebrada en el complejo Golden Center de Parque Norte, Capital Federal. El evento convocó a personalidades del ámbito público y privado, entre las cuales se destacaron las presencias estelares del Presidente de la Nación, Mauricio Macri, y del escritor peruano, Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. Ambos invitados de honor del presidente de la Fundación, Gerardo Bongiovanni, brindaron sendos discursos y fueron muy bien recibidos por la concurrencia.
La velada contó con una lista de alrededor de mil invitados. Los oradores fueron el escritor y el Presidente, junto a Bongiovanni, quienes abordaron cuestiones de actualidad, como las últimas medidas económicas adoptadas, la herencia del gobierno anterior y su oposición a los regímenes populistas.
Entre las presencias ilustres se encontraron funcionarios como el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, el ministro Pablo Avelluto, el juez Claudio Bonadio y Ricardo Gil Lavedra. También se hicieron presentes el presidente de la Bolsa, Adelmo Gabbi, y empresarios como Cristiano Rattazzi.
En la mesa principal, se sentaron Mauricio Macri, Juliana Awada, Vargas Llosa, Gabriela Michetti y Gerardo Bongiovanni.
Los discursos:
Gerardo Bongiovanni, presidente de Fundación Libertad, presentó a Mauricio Macri como “el hombre que devolvió la esperanza a los argentinos”. Además dijo estar en “las antípodas del populismo y el intervencionismo”; luego se mostró en contra de la prohibición de los despidos, definiéndola como una medida “demagógica y simplista”.
Por su parte, el presidente se focalizó en las medidas de ajuste que se adoptaron desde el inicio de su mandato: “He dicho que me ha dolido en lo personal, cada vez que he tenido que tomar muchas de esas medidas, porque sé que hay muchos argentinos que hace años están en la exclusión y la pobreza y esto agravaba su situación”. Por otro lado, enfatizó su descontento con la herencia del gobierno anterior: “El punto de partida en que nos encontramos ha sido muy duro. Recibimos un Estado sin planeamiento, desmantelado, cargado de corrupción”.
En sintonía, Vargas Llosa también arremetió contra el régimen anterior y elogió la gestión actual: “Las reformas que están siendo emprendidas ahora de manera gallarda tienen un precio, y es el precio que hay que pagar siempre por los desvaríos del populismo que sacrifica el futuro inmediato por un presente que se desvanece cuando uno se acerca a la realidad como se desvanecen los espejismos”. Luego, no dudó en asegurar que “éste es el camino de la recuperación, del progreso y por eso tantas personas en América Latina y en el mundo ven con esperanza e ilusión lo que está ocurriendo en Argentina”.
