El empuje de Pilar Miranda, la joven rosarina que a sus 20 años hace camino firme en el mundo de la moda, no deja de sorprender. Esta semana se animó a otro proyecto personal y lanzó su propia marca de ropa. El debut de la tienda virtual de Malaparte Clothing fue un éxito que agotó stocks de la mayoría de sus prendas en menos de 24 horas.
La joven fotógrafa y estudiante de publicidad ya lleva un recorrido de algunos años en el mundo de la moda, siempre en el detrás de escena. Tiene un nombre propio en el mundo de las redes sociales y tuvo a cargo las campañas de grandes marcas. Con Malaparte se da el gusto de hacer lo que le encanta para un proyecto propio.
“Me gusta mucho la moda, y siempre fue mi sueño hacer algo propio con mis conocimientos en publicidad y en fotografía. Es un proyecto que lo tengo desde el 2018, en un momento en que no podía llevarlo a cabo por lo que tenía que invertir. A principios de 2020 estaba por lanzarlo y con la pandemia se complicó todo… al principio lo di por perdido, pero volví a insistir hace un par de meses y arranqué con todo”, cuenta Pilar sobre la idea que lleva años craneando y a la que tanto cariño y paciencia le brindó.
Durante meses se ocupó de toda la previa al momento del lanzamiento. Además de sotckear productos, diseñó ella misma la página donde se venden, sacó cada una de las fotos y algo no menor: comenzó a tirar pistas que generaron la expectativa necesaria para obtener el resultado del debut. “Lancé la tienda el miércoles por la noche y a la mañana siguiente ya casi no tenía más productos”, cuenta sorprendida y remarca que pasó la primera mañana del debut armando pedidos de Malaparte.
Feliz por la buena recepción que encontró por parte de los clientes, y aún con un recorrido hecho dentro del mundo de la moda, Pilar cuenta que el lanzamiento le provocó los nervios que hace años no sentía. “Yo actuaba antes, y hacía desde entonces que no sentía esos mismos nervios que se sienten un segundo antes de salir a actuar”.
Malaparte es una marca de ropa en la que los básicos y prendas simples son protagonistas, y tops, bodys y poleras se destacan. Los productos que quedaron sin stock inmediatamente de hecho son los favoritos de Pilar que “los tiene a todos y los ama”. “Son todas prendas que a mí me encantan, pero por suerte gustaron a muchas”.
“La ropa, lo que uno se pone, es un medio de expresión. Va todo por ese lado, la idea es vender también productos que a mí me gustan, son prendas que me representan”, cuenta sobre los artículos que por el momento son de algunos proveedores pero que ya está concretando diálogos con un taller para arrancar en breve con la producción propia.
