Museo Urbano “Arte a la Vista”
Este inédito museo al aire libre está integrado por obras de artistas rosarinos reproducidas a escala gigante en medianeras de distintos edificios, delineando circuitos que permiten observar cuadros mientras se pasea por la ciudad.
Con esta propuesta Rosario suma otra de las razones que la ubican como una ciudad donde el arte y la cultura se expresan con originalidad y al alcance de todos. Así, la belleza del trazo de Berni, Schiavoni, Vanzo, Gambartes, Bertolé, Ouvrard, entre otros, trepan las paredes de los edificios, entran en el paisaje urbano y se quedan para formar parte de la vida cotidiana.
La Foto del Día tiene que ver con la obra del inigualable Augusto Schiavoni, “Con los pintores amigos” (1930)
¿Reconocés dónde está el edificio?. Pista … se encuentra al lado de emblemático bar de la ciudad.
Sobre Augusto Schiavoni
Nació en Rosario, el 18 de julio de 1893.
Comenzó su formación académica en el Instituto de Bellas Artes Doménico Morelli. Luego continuó sus estudios en la Academia Fomento de Bellas Artes, dirigida en ese entonces por Ferruccio Pagni. En 1914 viajó a Italia, radicándose en Florencia. Allí, junto con Manuel Musto, asistió al taller de Giovanni Costetti durante tres años, y conoció al afamado pintor Emilio Pettoruti.
Clasicismo y modernidad son conceptos que parecen inscribirse en lugares opuestos pero, a principios de siglo XX, los valores clásicos fueron expresados en la obra de artistas que buscaron una alternativa respecto de las vanguardias. La producción de Schiavoni puede ser revisada en ese marco de posiciones encontradas.
Su primera etapa pictórica coincidió con su estadía italiana. Entre 1915 y 1917 el artista llevó a cabo un conjunto de óleos sobre cartón de pequeño formato, los cuales denotaron tanto la influencia del naturalismo académico como la construcción de un lenguaje personal, consecuencia de la interpretación de los conceptos clásicos aprehendidos. En ese conjunto, también se evidenció la preocupación de Schiavoni por la luz, interés plasmado mediante el recurso empleado por los macchiaioli.
Autorretrato pertenece a esa etapa florentina. Se trata de de un retrato de medio perfil izquierdo, donde la mirada del personaje se dirige al espectador en sentido contrario, fórmula que utilizó con frecuencia en otras oportunidades. Allí, el autor empleó una paleta rica en tonalidades verdes, violetas y rojos, cuya pincelada empastada dio volumen al rostro sostenido por una línea de contorno al modo cezzaniano.
La experiencia que adquirió durante su paso por Florencia lo encaminó a la elaboración de un lenguaje estético que maduró después de su regreso a Rosario, en 1917. Dotado de una sólida formación académica, el dominio del trazo, el sentido del equilibrio y la solidez de la cultura clásica fueron transformándose, llevándolo a crear un nuevo sistema donde esos valores se mantuvieron en el ala de una visión moderna. La atmósfera que transitó su obra en ese período se caracterizó por el culto al dibujo, a la línea, y por la elección de una paleta sobria y reducida que el artista compuso en planos apenas modulados. Asimismo, las referencias primitivistas se materializaron en la simplificación formal, proceso donde las imágenes perdieron todo su volumen.
Mi hermana y Con los pintores amigos corresponden a ese período, donde el acento lineal configuró los contornos de las figuras y la síntesis formal se plasmó con mayor fuerza mediante una paleta luminosa, de materia opaca.
Desde 1918, Schiavoni participó en distintos salones de manera continua. En 1928 realizó su primera exposición individual en el Salón de la Cooperativa Artística de Rosario. También expuso sus obras en ciudades como Santa Fe y Buenos Aires.
En 1934, coincidentemente con la muerte de su madre, el artista abandonó su producción pictórica a causa de la enfermedad que lo llevó a la muerte, el 22 de julio de 1942, en Rosario.
Hoy es considerado uno de los más representativos artistas de la Historia del arte rosarino, y su obra forma parte de colecciones públicas y privadas del país.