Dentro de la primera estación ferroviaria de la cuidad se emplaza el Complejo Puerto España que involucra Don Ferro, Puerto España Eventos, Bar Flora, Gimnasio The Planet y un estacionamiento; todos funcionando bajo el formato de concesión de obra pública y explotación, bajo la titularidad de Ritagliati Pedro y González Sergio SH. Con fecha de inicio junio del 2003, en junio del presente finaliza el contrato de concesión, momento en que el municipio deberá hacer un nuevo llamado para continuar con la explotación del complejo.
Repasando el sitio oficial de la Municipalidad de Rosario, en su sección “concesiones”, se advierten visibles dificultades a la hora de conceder la explotación de espacios municipales en inmejorables ubicaciones de la ciudad.
Por caso, se encuentra en una extensa zona de indefiniciones la Guardería Náutica Central y el ex Bar Munich. Otras explotaciones comerciales, cuyo final de concesión varía según cada caso, están caratuladas en el sitio oficial como “en proceso licitatorio”; es el caso del bar-heladería de Bv Oroño y Av de la Costa y el bar del CMD Norte. Mientras que los bares del Parque España Norte -Quillagua, Quitapena y El Charladero-, cuyo vencimiento de explotación venció en marzo del 2013 se encuentran, según la información oficial: “… en un proceso judicial con la Municipalidad”, habiéndose solicitado a los particulares la restitución del predio.
Otra explotación que corrió con mal destino es Rambla Catalunya: el 30 de octubre de 2017, el municipio declaró la caducidad de la concesión tras comprobar la conexión ilegal al alumbrado público. Actualmente el predio se encuentra administrado por la Empresa del estado municipal Costanera Rosario.
¿Por qué fracasan las concesiones municipales? La mayoría se ubica sobre la imponente ribera del Paraná o en pulmones verdes de la ciudad. En todos los casos la afluencia de público está garantizada por tratarse de predios emplazados en reductos naturales codiciados por el turista y los propios rosarinos.
El Concejo Deliberante, cuyo rol fundamental es el control de los actos del ejecutivo, ha tomado en los últimos años un papel marginal en la cuestionada explotación de espacios públicos. Funcionarios que no hablan, Concejo ausente, escasa y poco clara información pública, dominan la escena de las concesiones de Rosario. En un año donde la alianza público –privada promete pisar fuerte en las diferentes dimensiones del Estado, la magra gestión municipal en la materia merece un replanteo profundo del ejecutivo y el cuerpo colegiado de la ciudad.
