ON24 cumplió 15 años y publica este mes un número impreso especial, en el que participan varios empresarios pioneros y hacedores de la ciudad de Rosario. Uno de ellos es Horacio Angeli, presidente del Grupo Transatlántica y miembro fundador de este medio.
“Mis felicitaciones a todo el equipo que conforma ON24, porque creo que el medio ha ido ocupando un lugar importante de convocatoria y lectura para empresarios y referentes de la ciudad y la región”, destacó en una extensa entrevista que compartimos a continuación, en la que se explaya sobre mucho de los problemas que Argentina no logra resolver para salir de la eterna crisis, así como también del rol que se le asigna hoy al empresario privado y futuros proyectos de la compañía rosarina.
Mirás para atrás y ¿qué ves desde el 2007 para acá?
En estos 15 años ha pasado de todo, porque tuvimos dos gobiernos de Cristina Fernández, uno de Macri y medio Alberto Fernández, o un cuarto de Cristina y un cuarto de Alberto (entre risas). Como reflexión, creo que el país no avanzó o lo hizo muy poco en algún momento, pero no lo suficiente comparado con la región o el mundo. A veces, estamos muy metidos en lo que pasa día a día acá, pero no alcanzamos a ver con suficiente altura lo que pasa en otras partes del mundo. Y no avanzar o avanzar poco es retroceder en el mundo. Hoy, el primer mundo y el segundo están caminando a pasos muy distintos a los que caminamos nosotros.
¿Eso lo notás principalmente en el clima de negocios?
Nosotros, como empresa que estamos mirando oportunidades afuera, nos damos cuenta que Argentina no sólo no adelanta, sino que a veces parece que atrasa por sí misma, incluso, y más específicamente en el mundo de los negocios. No existe el ámbito de negocios que debería haber. Siempre estamos discutiendo lo mismo desde hace años… Nos quedamos en el tiempo y nos falta mucho por hacer. Uno de los grandes problemas que tenemos en este país es la pendularidad, que hace muy difícil que se progrese. Pasamos de un gobierno a otro totalmente distintos, incluso entre los dos de Cristina.
Parece que refundaran el país cada 4 años…
Claro, cada gobierno que asume refunda o tira por tierra mucho de lo hecho anteriormente. Entonces, así no se puede crecer. Uno de los grandes déficits de estos 15 años y de muchos más es la falta de políticas de Estado. Tenemos políticas de gobierno, y a veces, pero no de Estado. Eso es una gran diferencia con países de la región misma, como Uruguay, donde podrá haber más izquierda o más derecha, pero el Estado sigue igual. Incluso, te diría Italia, donde caen gobiernos y alianzas, pero el Estado sigue yendo para el mismo lado. Pero acá todas las desavenencias políticas repercuten en problemas económicos. Tenemos una economía muy pendiente de la política; no como en otros países.
Y en todo eso ¿qué rol se le asigna al empresario en Argentina?
Creo que el rol del empresario privado es fundamental para el desarrollo de una economía. El tema es si el gobierno de turno le asigna ese rol. Hoy, pareciera que hay una disputa de poder entre la actividad pública y la privada. Yo estoy convencido de que un Estado es más eficiente no por ser grande, sino por acompañar el desarrollo de la actividad privada; no ser una competencia.
¿Por qué es tan complicado entenderlo acá?
Muchos de los últimos gobiernos no piensan igual.
¿Muchos o todos?
La mayoría… Se está pensando en producir Estado y no riqueza. Pero si no producís riqueza, el Estado no termina sobreviviendo. No hay un pensamiento estratégico de muchos gobernantes para producir riqueza o para dejar que los privados la generen.
En el 2014, le hacía una entrevista a un empresario muy importante que tuvo Rosario, que me decía: “La ciudad ha cambiado mucho: la población creo que no llegaba a 150.000 habitantes y hoy somos casi un millón y medio. La hice crecer yo”. Esa persona era “Pepe” Angeli, que me lo decía en tono de broma, pero es cierto que fue un gran hacedor de Rosario…
…Fue la época de los pioneros.
Exacto, pero ese rol que tenía Pepe Angeli ¿creés que los empresarios lo siguen teniendo?
Gracias, particularmente, por la referencia a Pepe… Hoy hay muchos hijos de esos pioneros que seguimos trabajando y construyendo por la ciudad y la región. Lo que no sé es si van a estar nuestros sucesores en ese rol. Porque creo que una de las peores cosas que sufre Argentina hoy es la emigración de talentos. Hijos o nietos de aquellos pioneros hoy se están yendo para buscar otro destino, porque no se sienten contenidos por esta Argentina. Se van por una cuestión de perspectiva no sólo económica, sino de modo de vida, donde influye la inseguridad y que el esfuerzo no es retribuido. Eso creo que es lo peor que estoy viendo en estos 15 años.
Antes se importaba talento, como los pioneros, y hoy se los exporta.
Es así. Y no es bueno.
Siguiendo en la línea de los talentos, ¿cómo hace TSA para retenerlos?
Hoy, nos hemos focalizado en los negocios financieros, en los servicios bancarios, cambiarios y bursátiles, y en los desarrollos inmobiliarios del Grupo. Y allí la retención de talentos es todo un desafío. Nos esmeramos por tener una empresa que sea codiciada para trabajar y desarrollarse profesionalmente. En ese sentido, proponemos expectativas de crecimiento con una amplitud de negocios que hace que se pueda crecer verticalmente y también horizontal dentro de todas las empresas del Grupo. Esto sumado al desarrollo dinámico y constante de negocios, con la mejor propuesta económica posible. Por último, pero no menos importante, buscamos generar un clima de trabajo contenedor donde las personas son lo más importante
¿Hay cultura del trabajo hoy en los jóvenes? El mismo “Pepe” Angeli, en aquella entrevista también, me decía, a sus 83 años: “No me voy a cansar de seguir trabajando; me gusta”…
Ojo, yo tengo 62 y estoy trabajando también y pienso seguir. Ja. Creo que hay una sociedad en general un poco más hedonista. Antes, vivías para trabajar y hoy el trabajo es un medio para vivir, que creo que también está bien. Creo que los jóvenes y los que estamos un poco más viejos queremos o intentamos disfrutar un poco más de la vida. Lo que sí atenta contra la cultura del trabajo es el clientelismo y el populismo, pero hay gente muy capacitada que tiene vocación de trabajo y quiere seguir trabajando.
¿Cómo sigue ahora Transatlántica y cómo la imaginás dentro de 15 años, que seguramente estés en funciones?
Y… alternaré un poquito. Ja. Estamos profundizando los negocios y estamos creciendo. Estamos muy bien con nuestra banca digital y corporativa. Tenemos desarrollos inmobiliarios en ejecución y algunos más que se retrasaron por la pandemia. Para estos próximos años, queremos terminar dos o tres, que vamos a lanzar en la zona; profundizar el negocio bancario y seguir trabajando en la expansión regional e internacional a través de algunos proyectos que estamos próximos a materializar.
¿Qué se puede adelantar de todo eso?
Nosotros ya hemos hecho algunos negocios inmobiliarios en el exterior y ahora estamos trabajando en un proyecto global que todavía no puedo anunciar.
Iría por la línea del blockchain…
Tiene que ver con tecnología y finanzas.
¿Y los inmobiliarios?
Tenemos proyectos ya próximos a lanzar en Roldán, Funes y en la costanera central de Rosario. En Roldán, son loteos; en Funes, condominios, y acá, edificios.
En lo que respecta a mercado inmobiliario ¿le siguen poniendo todas las fichas a Argentina o también miran a otros países como Paraguay o Uruguay?
No, los desarrollos inmobiliarios hoy lo concentramos acá. Además, estamos pensando algo de hotelería, ahora que pasó la pandemia. Y por supuesto que también seguimos con la escuela.
¿Por dónde anda Lidia (Sartoris de Angeli), fundadora junto a “Pepe” del establecimiento educativo Edmondo De Amicis?
Lidia hoy no vino, pero sigue muy activa. Viene día por medio a la oficina, con una agenda con mucho Zoom y Meet. Ja. Sigue ocupando su espacio.
Por último, ¿cómo es la relación de ustedes con los gobiernos en sus diferentes niveles?
Particularmente, nuestra relación siempre ha sido razonable con todos los gobiernos. Tenemos una buena relación con el Municipal, tenemos diálogo y buena relación con el Provincial. En general, si bien hay un discurso permanente de la interacción público-privada, creo que falta un poco que el Estado piense en que la actividad privada es el gran motor de la economía. Ahí hay que tener un poco más de cintura y de agilidad entre lo público y lo privado, porque a veces la burocracia demora muchas cosas, y en los negocios el timing es muy importante. A veces, el Estado no acompaña el ritmo de los negocios privados.
Pese a todo eso, siguen apostando a invertir acá…
Seríamos casi próceres. Ja. Seguimos confiando sí, pero el pensamiento sería si lo que hicimos o hacemos acá no sería mucho más valioso o poderoso si lo hubiésemos hecho afuera. Pero a mí me gusta lo que hago y quiero hacer cosas acá.
Si pudieras pedirle una medida al gobierno -local, provincial o nacional-, ¿cuál sería?
Es urgente trabajar fuerte en la inseguridad y la violencia, porque eso también paraliza los negocios y la vida de todos. Y algo que traba hoy la economía es el cepo cambiario y las restricciones al comercio internacional. Y creo que tenemos que repensar y recambiar la estructura impositiva.
REDACCIÓN ON24
