Gestión a buen puerto

Nardelli asegura que es un error pensar en la inmediatez de los resultados.

Por Fabiana Suárez

Como Director de Logística de Vicentín y Presidente de Terminal Puerto Rosario, tiene un rol gravitante en la estrategia del transporte de carga del mayor polo agroexportador argentino.

Convencido de las reformas estructurales que ya se ejecutan en su sector, Nardelli apoya el modelo económico de Mauricio Macri y asegura que es un error pensar en la inmediatez de los resultados.

¿Cuál fue su primer posición dentro de la empresa familiar?

Hice una suerte de servicio militar, trabajando en la empresa en turnos de noche y de día, siempre en áreas logísticas: balanzas, circuitos,…y así se fue despertando mi interés en esa especialidad.  Soy muy “preguntón” (se ríe) y además me fui especializando en simposios.

Arranqué a los 18 años y a los 24 ya gerenciaba la terminal fluvial Vicentín en San Lorenzo.

Muy joven para dirigir gente y tratar con sindicatos

La logística tiene sus momentos álgidos sindicales, también en cuestiones de seguridad. Con los años uno va desarrollando la templanza.

¿Cómo ve al gobierno de Mauricio Macri parado frente al sector agroexportador?

Habría que repasar una pequeña película para saber dónde estamos parados hoy. Antes de la década del ’90, Argentina estaba maniatada, regulada, había que pedir permiso para todo. El decreto de desregulación portuaria de esa época destrabó la logística y allí se desató el país. Me refiero a todo lo que hoy usufructuamos: la hidrovía, la inversión en los puertos (las terminales privadas), se vigorizó la actividad y Argentina volvió a ser competitiva desde ese punto de vista. Luego de la crisis 2001-2002, en forma paulatina, vuelve a caer en un período donde se ata todo de nuevo; impera el abuso de autoridad usando instituciones del estado para premiar o castigar, y esto nos llevó a terminar el 2015 sin hacer nada si no eras amigo del gobierno.

A partir de la administración actual, con sentido común, se trata de desatar nuevamente las fuerzas productivas del país. Para bajar los costos creo que este gobierno está en el camino correcto.

Un camino correcto pero lento, a gusto de las expectativas que el propio gobierno generó en la sociedad

Este gobierno ha cometido errores, pero me voy a concentrar en el tema logístico. No podemos pretender que en dos años recompongamos lo que destruimos en 70 años, con excepción de ese corto período al que me acabo de referir. De igual modo esta administración ya hizo cosas que hoy están en práctica. En el tema aduanero, por ejemplo, todo es más ágil, permitiendo el intercambio de mercadería.

Bueno, es la función natural de una aduana, ¿por qué lo resalta?

Se da por hecho una función que la aduana antes no tenía. No todos los funcionarios veían que su rol era el de facilitar el comercio, llegaron a ser una suerte de brazo armado, función indelegable de Gendarmería Nacional.

Esta gestión ha sacado muchas regulaciones que aliviaron además los costos portuarios. El amarre que costaba 14.000 dólares, hoy es una operación que pasó a valer 7000 dólares y tiene que seguir bajando.

Pasando al tema ferroviario, ¿Quién se beneficia más con el Open Access?

La privatización del ferrocarril de los ’90, que en su momento fue buena, dentro de lo que fue posible en ese momento, se estancó. El ferrocarril no fue evolucionando hacia un modelo más competitivo para reducir costos, eso hizo que muchos se apropiaran de la red, en un formato de concesión vertical.

El Open Access significa que haya más competencia, con ramales del estado con muchos operadores privados que trabajen para abaratar el transporte de una Argentina inmensa, donde gran parte de la producción nacional está lejos de los puertos. Hay que poner operadores sobre los rieles que puedan competir en un mismo ramal, para que se transparente el mercado y el productor pueda elegir en función del precio y de la seguridad que brinda, porque hay mucho valor agregado en las cargas.

Entiendo que el cambio de modelo hacia un Open Access es un proceso lento, volvemos sobre la cuestión de los resultados que hay que esperarlos

Por supuesto que no son rápidos. Seamos conscientes, lamento dar esta mala noticia, pero no hay inmediatez en esto. Estamos hablando de transformaciones estructurales.

Dentro de los cambios el gobierno diseñó los contratos de Participación Público Privada (PPP), que ya comienzan a debutar con algunas dudas ante un escenario inflacionario importante

Hasta ahora este gobierno ha demostrado que fue muy eficiente en la administración de los bienes del estado. Hoy contrata 40% o 50% más barato que antes, y doy fe porque nosotros brindamos servicios al Estado.

Las PPP son herramientas que hacen posible la articulación público privada para financiar proyectos, hay una responsabilidad más clara del empresario. No soy experto en esto, pero la veo como una herramienta potente. No tengo dudas que la turbulencia en el financiamiento que tiene Argentina generara problemas, pero no creo que esto impida realizar cosas.

¿Esta turbulencia podría afectar el materplan de Terminal Puerto Rosario?

No, el Puerto de Rosario es un claro ejemplo de lo que podría suceder con el tiempo en el país si persiste el sentido común, la idoneidad y el tesón para hacer las cosas.

El Puerto de Rosario no existía, nadie lo quería, era problemático con conflictos gremiales. Ocho años después, tenemos un puerto viable, que paga impuestos, que da mano de obra, que resuelve el transporte de la cadena productiva.

Apliquemos una política seria como se hizo con el puerto y hablemos en 8 años. Con objetivos claros, sacrificio e idoneidad se logran esas cosas. Nosotros estamos en permanente plan de inversión.

¿Usted está pidiendo que la gente espere 8 años para ver los resultados de un modelo?

Cuando les hablaba de esto a los estibadores ellos querían la mejora “ya”, si les hablaba a 8 años tenía un problema.

¿Entonces cómo lo hicieron?

Con respaldo no solo económico sino fundamentalmente político. Rosario hoy tiene su puerto porque los rosarinos nos pusimos de acuerdo, y espero que sigamos de acuerdo.

La gente cree que estamos ganando un montón de plata, pero nosotros con orgullo apostamos a largo plazo e invertimos para convertirlo en uno de los principales puertos de la república.

La financiación para invertir está cara

Argentina no tiene moneda y hasta que no tenga moneda no podremos ser un país serio. Miremos Uruguay, Chile, Paraguay, todos muy cerca nuestro. El costo del dinero de estos países es de un 4% en dólares que paga una pyme. Acá, el que puede acceder a un crédito paga el 12 o 15 % en dólares. Nosotros trabajamos 3 veces más para poder financiarnos.

A qué le teme más: ¿A la sequía, al dólar, al proteccionismo de Trump o a una sociedad argentina que aún discute un modelo de país?

Es una pregunta compleja. La guerra entre China y Estados Unidos no sabemos cómo nos afectará, hasta podría haber oportunidades, de pronto China puede comprar harina de soja o productos que antes no compraba.

La cuestión climática, a pesar de que no la controlamos, hasta tiene una lectura positiva: Argentina se da el lujo de importar soja americana gracias a su agroindustria vigorosa.

Cuando se discute sobre el modelo de país, en fin, podemos discutir un montón de cosas, lo que no podemos seguir discutiendo es si la agroindustria o el campo son amigos o enemigos de los argentinos. Ningún argentino puede negar que el campo y la agroindustria son los principales factores de nuestro crecimiento.  Me parece magnifico que otros sectores se desarrollen, ahora, tratemos que no lo hagan “a costa de”, ese es el problema que tenemos.

Se refiere a subsidios cruzados

Exacto. Nadie puede sacar las cuentas claras, nadie sabe qué actividad es realmente eficiente. Me cobran impuestos para después devolvérmelo… Así no es, que no me lo saquen directamente.

No confundamos más a la opinión pública sobre el campo y la mano de obra que genera el sector agroindustrial.

 

 

 

 

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