Finalizó la restricción para los departamentos Rosario y San Lorenzo. Gastronómicos recuperan el horario de tope hasta las 22 horas, con una hora de tolerancia para el cierre de sus puertas.
La restricción horaria dispuesta en el decreto provincial que comenzó a regir el 8 de mayo impedía a bares y restaurantes de las localidades del departamento Rosario y San Lorenzo trabajar con comensales dentro de locales pasadas las 19 hs. Desde esta noche retoman el horario, también restringido, de permiso hasta las 22 hs, con una tolerancia de una hora para quienes se encuentren cenando o tomando algo.
“Esto es una bocanadita de aire, nada más, porque seguimos sin circulación vehicular hasta el 21 de mayo. Son tres horas más pero nos permite recuperar al menos un turno de trabajo”, señaló a On24 Joaquín Parcel, vocero de Mercado de Pichincha y uno de los referentes de la Unión Gastronómica de Rosario (UGAR), quienes durante estas dos semana mantuvieron reuniones con autoridades locales y provinciales en las que dejaron en claro: “La situación es crítica. Durante estas dos semanas se notó mucho la restricción, se trabajó al 5 o al 10 por ciento como mucho de lo habitual”.
“Esperemos que este fin de semana sea un respiro para poder sacar un poco de ventaja para afrontar sueldos, pero sabemos que hay colegas que aún no han terminado de pagar los sueldos del mes anterior. La situación del sector es crítica”, graficó Parcel sobre las consecuencias que tienen sobre el sector las disposiciones que se toman como medidas epidemiológicas.
“Estamos esperando respuestas porque la realidad es que hoy lo que hace falta es una ayuda. Hoy ya no se pueden negociar alquileres, hay que llegar a fin de mes, pagar los sueldos, los proveedores mismos han cambiado por completo la forma de pago, ya no existen más los plazos. Hoy en día se baja la mercadería sólo si abonas en el momento: se cortó una rueda de pago que es vital”, remarca Parcel.
El referente gastronómico detalló que acercaron a las autoridades un detalle de los “más de 120 locales gastronómicos que han cerrado durante la pandemia”, que representan según estiman “unos 1500 puestos de trabajo”.
Más allá de la crítica situación del sector, Parcel remarca que los bares y restaurantes han hecho grandes inversiones en adecuar sus estructuras para garantizar los cuidados y que “hay números que demuestran que los casos han crecido cuando la gastronomía cerró”.
“Tenemos protocolos y tenemos control municipal permanentemente sobre estos, esto es algo que venimos planteando hace tiempo: somos parte de la solución”, destacó.
