Como es habitual desde la Cámara de Diputados de la Provincia, se autorizan pautas para diferentes programas periodísticos. Generalmente son acuerdos de meses que se van renovando.
Justamente, llegada la hora de su renovación y en ocasión de encontrar el diputado provincial al periodista por casualidad, el primero le anuncia la buena nueva de la continuidad publicitaria, a lo que el conductor sorprendido le contesta: “Jamás recibí un peso de la Cámara y mi programa de radio en esa emisora se levantó por decisión unilateral de la agencia de publicidad dueña del espacio hace 6 meses” – pero la publicidad se siguió cobrando por tal programa y el mismo conductor -.
Los dos hombres se miraron y llegaron a la misma conclusión: el publicista los había pasado.