A partir de una huelga de la policía de Córdoba, el último martes hubo saqueos, viviendo así, un escenario apocalíptico. Con el correr de las horas se consiguió un acuerdo con las fuerzas de seguridad y se volvió a la normalidad. Pero no todo quedó ahí, esto provocó un efecto dominó que terminó llegando a Santa Fe. El viernes a la noche comenzaron algunos reclamos en Rosario que no pasaron a mayores, más allá que el sábado hubo muchos rumores de conflictos que quedaron en la nada. El gobierno nacional envió a 1.500 gendarmes y 250 efectivos de Prefectura para complementar la seguridad y todo volvió a una tensa normalidad. En el arranque de la semana, el reclamo se reactivó y ante la falta de patrulleros, algunos sectores decidieron cerrar las puertas.
La Cámara de Supermercados de Rosario informó que abrirán sus puertas con total normalidad. “En el transcurso del día podemos cambiar dependiendo de cómo este la situación, pero por el momento abriremos como todos los días”, informaron.
Más allá de la decisión de la entidad, en algunos barrios se optó por bajar persianas, teniendo en cuenta que se viven momentos de tensión. Independientemente de esto, no se registraron incidentes.
Por su parte, Ricardo Diab, presidente de la Asociación Empresaria de Rosario, se mostró calmo y puntualizó: “Estamos continuamente conectados a los diferentes centros comerciales y sobre esto, desde el otro día vamos informando a través de las fuerzas de seguridad. Esperamos que no ocurra nada malo”.
Del mismo modo, el empresarios aclaró que están expectantes a cualquier cambio que se provoque, mientras reconoció el buen trabajo de los funcionarios públicos. “Hubo negociaciones y advertencias para no llegar a esto, hoy el Estado nacional colaboró rápidamente y la reunion de Bonfatti con Capitanich fue en el momento justo. Lo ideal sería actuar para evitar que esto suceda pero una vez pasa hay que evitar que sea peor”, cerró.
Redacción ON24