El masivo desembarco de estudiantes extranjeros a Rosario tiene su lado B. La diferencia en el idioma, el desconocimiento de las leyes argentinas y un tipo de cambio favorable, hacen que quienes llegan desde el exterior (de Brasil, en su mayoría) sean “carne de cañón” para las peores prácticas del mercado inmobiliario.
“Es un tema bastante triste y un poco vergonzoso. Se han formado inmobiliarias clandestinas que vienen de Buenos Aires y han consolidado una especie de estafa”, admitió el vicepresidente de la Federación Inmobiliaria (FIRA), Julio Farah, al ser consultado sobre el tema.
La falta de garantías y la informalidad contractual son dos factores clave a la hora de las defraudaciones.
“Si bien en el pasado hemos tenido noticias de estos casos, últimamente se han vuelto más usuales y groseros”, comentó a ON24, el Coordinador del Consejo Asesor de Vivienda en la Oficina del Consumidor, Ariel D’orazio. Y describió los más frecuentes: “Como carecen de garantías se les pide que paguen una cierta cantidad de meses en concepto de depósitos que después se niegan a devolverles, no le solucionan ningún tipo de reclamo, las unidades no están en las condiciones óptimas para habitar; cuando pagan se les da un recibo común, sin validez legal; carecen de contrato, o cuando los hacen están por debajo del tiempo estipulado por el Código Civil y Comercial; se les cobran costos excesivos en comisiones, averiguación de datos y gastos administrativos (…)Hemos recibido casos en que les han querido sumar otros inquilinos a un inmueble que ya habían alquilado”.
Según D’orazio, quienes caen en estos fraudes son algunas inmobiliarias y administradores irregulares, que no están formalizados por el Colegio de Escribanos. “Algunos vienen de Buenos Aires, otros son casos que se detectan de páginas de internet, donde es imposible saber quién es el propietario o de corroborar el estado de la propiedad”.
Desde adentro
“Cuando yo llegué a Rosario me pedían un 50 por ciento más que a un argentino por el mismo departamento”, contó a ON24, Aelson, un brasilero que estudia medicina en la UNR. “Además de los sellados y las comisiones, como no tenemos garantías nos cobran depósitos de dos o tres meses de alquiler”, apuntó.
Según Aelson, el caso de los sobreprecios se ve claramente en las pautas de renovación de los contratos. “Algunos no te dan la opción de hacer contratos por dos años, sino que te lo hacen por tres o seis meses y en cada renovación te lo suben por encima de la inflación”.
Sin denuncias
Según Andrés Gariboldi, titular de Dunod Propiedades, e integrante del Tribunal de Ética del Colegio de Corredores Inmobiliarios, no hay denuncias radicadas. “No tengo conocimiento que sucedan estas cosas, pero tampoco lo descarto”, apuntó.
“El extranjero, para poder alquilar, tiene que mostrar solvencia patrimonial. Tenemos muy pocas locaciones de este tipo, pero solemos tomarle un mes de depósito para resguardo de cualquier inconveniente y tratamos de chequear alguna información de la situación patrimonial de esa persona o, en defecto, de sus padres”, comentó Gariboldi.
¿Qué se hace?
“Cuando recibimos alguna denuncia de este tipo intentamos resolver la situación, que se firme un contrato y si finaliza la relación se devuelvan los depósitos”, subrayó D’Orazio. Al tiempo que se gira el caso al Ministerio Público de la Acusación.
Según el coordinador del Consejo Asesor de la Vivienda, muchos de los que reclaman quieren volverse a su país, buscan una salida rápida y desisten de continuar por la vía judicial.
Para el vicepresidente de FIRA, Julio Farah, “es un tema complejo pero subsanable”. Dado que pueden realizarse depósitos (para suplir las garantías) siempre y cuando se restituyan; o seguros de caución para alquileres.
REDACCIÓN ON24
Por Mariano Fortuna
