En pleno debate sobre la adhesión a la Ley de Descanso Dominical, el Presidente del Grupo Trascender, Carlos Cristini en diálogo con Fabiana Suárez por Radio Fisherton CNN, se manifestó a favor de la protección de los derechos del trabajador, aunque sugirió que se haga a través de una actualización de la ley nacional y la mejora de la capacidad de control de la norma por parte de las autoridades correspondientes. “Lo que hacemos mal lo prohibimos”, afirmó.
Cristini definió a la nueva ley como “un sancocho legal”, remarcando el hecho de que se trata de una ley de horario de cierre con la que se busca afectar otra de alcance nacional como lo es la Ley de Contratos de Trabajo. “Estoy totalmente a favor de actualizar las legislaciones, de controlar el debido procedimiento, el cumplimiento de las normas. No estoy a favor de esta mentira que va a traer un montón de problemas en la economía”, aseveró. Además advirtió sobre la inconstitucionalidad de la norma y el gasto innecesario que podría representar su aplicación: “Esto lo van a plantear los estudios jurídicos de cualquier empresa o grandes corporaciones, lo que va a terminar siendo una cuestión de despilfarro de dinero a partir de un tratamiento incorrecto de la cuestión”.
Uno de los aspectos que más cuestiona el empresario es la discriminación que la ley provincial realiza sobre los derechos de los trabajadores en función de la superficie del establecimiento comercial: “¿Qué diferencia hay entre el empleado que trabaja en un lugar de más de 200 m2 que va a tener que ir a laburar el domingo y el pobre pibe que trabaja en un local en los pasillitos de los Shoppings, que no tiene ni 16 m2?. Local que además va a tener que cerrar porque si cierra todo el complejo, no les quedará otra”.
Ratificó su postura acerca de actualizar la ley nacional y de contar con organismos de control que garanticen su cumplimiento. “Los derechos del trabajador deben estar debidamente cubiertos y no metiendo todo esto dentro de un verso que puede tener efectos inesperados”, declaró.
Según prevé el consultor, el hecho de que ciertos locales comiencen a cerrar los domingos por obligación traerá aparejada la desviación de inversiones hacia provincias limítrofes que no acatan la ley 13441, como Entre Ríos, Córdoba o la propia Buenos Aires.
Pensando en Rosario, la definió como una ciudad que se ha hecho turística gracias a los servicios que brinda. “No tenemos mar ni montañas, acá los atractivos hay que construirlos – dijo –. Deberían preguntarle al público si no les interesa tener abiertos los supermercados y grandes superficies los domingos”.
