En el año del mundial, los rosarinos ya fueron a cambiar su televisor y la tendencia son las pantallas gigantes

Hernán Calatayud, integrante de la Cámara de Electrodomésticos de Rosario, aseguró que ya hubo ventas pensando en Qatar 2022

Cada año en el que llega una nueva edición de los mundiales de fútbol organizado por la FIFA tiene consigo una repercusión en la economía de cada país. Entre los sectores que más aprovechan la cita mundialista están las casas de electrodomésticos, con la oferta habitual de televisores de gran tamaño y alta definición. ON24 consultó a Hernán Calatayud, referente de la Cámara de Electrodomésticos de Rosario, sobre la tendencia en el rubro, en un año marcado por la pelota.

Es que nadie quiere perderse ver la Selección Argentina campeona de la Copa América con una mejor calidad y ya se comercializaron los primeros televisores. “Hay gente que ya compró, es un público muy chico. Sin embargo, es el primero que se termina”, contó Calatayud.

Cada mundial marca la aparición de vedettes en el mercado, en los 80s con la llegada de la TV a color, más tarde llegaría la pantalla plana y tiempo después la alta definición. En los últimos eventos se buscaban los proyectores y para este 2022 las consultas llegan por televisores de 75 a 85 pulgadas.

“En el pasado existían los proyectos que eran oro en polvo en época de mundial y en los meses previos al mundial se triplicaba el valor”, recordó Calatayud y se animó a adelantar que pasará lo mismo con los televisores de gran tamaño, por lo que se prevé una faltante.

En este sentido, el referente del rubro afirmó que la inflación hace que los productos electrodomésticos “se muevan” porque “la gente no quiere quedarse con los pesos en la mano”.

“Lo que vendemos tiene mayor acceso a la protección, porque un auto tiene un costo importante y ni te comento una casa”, agregó el comerciante y explicó: “Un electrodoméstico es de acceso fácil con un crédito o de contado, por eso vamos a tener movimiento, aunque el talón de Aquiles sería que empiece a haber desabastecimiento, eso pasa cuando hay un 10 o 15% de inflación al mes”. De todas formas, Calatayud aseguró que hoy no hay faltantes, pero no descartó que pase. “Desgraciadamente en Argentina hace muchos años que la programación no puede hacerse a cinco años”, se lamentó.

La temporada de verano siempre marca el andar de estos comercios y Calatayud marcó que fue un enero “muy normal” y que hubo “una caída en febrero”, mientras que “todos los costos operativos y de los productos aumentaron”.

Si bien Calatayud aseguró que el sector está fortalecido por la prudencia que aplicaron en pandemia, la reactivación económica que pregona el gobierno nacional y algunos informes económicos no es tal según el empresario. “Políticamente pueden decir muchas cosas, pero no hay grandes reactivaciones, son muy prudentes y bajas”, remarcó.

A partir de allí, resolvió que “al no haber competitividad en el mercado, no hay ofertas y así es difícil que se pueda competir. Cuando hay muchos productos los precios se sostienen y hasta bajan, porque eso genera la competencia, pero hoy está todo muy expectante”.

“La mayoría del empresariado es muy cuidadoso en función a la experiencia y sabe cómo proteger la empresa y las fuentes de trabajo que ofrece. Quienes tenemos más de 50 años sabemos lo que puede acontecer ante determinados sucesos”, concluyó Calatayud.

REDACCION ON24

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