Este martes, la Comisión de Producción del Concejo Municipal se reunió con representantes de la Unión Gastronómica de Rosario, la Cámara de Hostels y la Asociación Rosarina de Guías de Turismo (Arguitur) con el fin de debatir problemáticas vinculadas a la ordenanza de espectáculos públicos y nocturnidad N° 7218.
El presidente de la Unión Gastronómica de Rosario, Leandro Santero, se refirió a que “existe una disyuntiva con respecto a los horarios” de funcionamiento que exige la Municipalidad. “Muchos propietarios de locales están pasando por una situación muy compleja para poder llevar adelante sus negocios”, explicó.
Además, cuestionó “la invención de la figura de los cafés o bares culturales” que existe en la ordenanza en vigencia. Según dijo, cuentan con “un permiso provisorio” por el término de un año, y consideró que “muchos temen caer en la ´tergiversación de rubro´ cuando alguien que está asistiendo a un espectáculo musical se levante a bailar”.
Por su parte, Omar Ortigüela, titular de la Cámara Hostels de la ciudad, se refirió a las actividades “mixtas” que llevan adelante algunos espacios como bares o cafés, en los que también se presentan recitales y obras de teatro.
“Trabajamos con un público joven y, a veces, cuando hay un punto fijo de inspectores controlando y alguien se levanta con la intención de bailar, tenemos que advertirle que no baile. Hemos quedado atrapados en una ordenanza vetusta, porque bailar es una expresión espontánea y, antes de la pandemia, nuestros espacios eran parte de una expresión cultural”, aseveró. En ese sentido, llamó a actualizar la norma vigente, de manera de evitar “empujar a algunos espacios a la clandestinidad”.
Por parte de la Comisión, estuvieron presentes Silvana Teisa y Julia Irigoitia, de Todos Hacemos Rosario; Susana Rueda, de Rosario Progresista; Ciro Seisas, de Arriba Rosario; Ana Laura Martínez y Martín Rosúa, de Unión Pro-Juntos por el Cambio.
Irigoitia consideró el debate de la ordenanza de nocturnidad quedó “muy encapsulado” a temas de habilitación, controles y cuidados, y mencionó “la necesidad de orientarlo desde una perspectiva de una Rosario productiva”. Luego, Rosúa consideró que la normativa en vigencia no fue mala en su momento de creación, sino que quedó desactualizada, y agregó que el debate debe darse de manera segmentada y no “todo junto de una vez” como ocurrió en su inicio. Por último, Rueda subrayó que “el problema también es para la Municipalidad” e indicó que la ordenanza ya cuenta con 22 años y ha sufrido “parches” en sus actualizaciones.
