En menos de una semana los gastronómicos de la ciudad se vieron obligados a trabajar bajo tres restricciones horarias distintas. El viernes pasado celebraban el cese de la restricción que les impedía atender gente en sus locales pasadas las 19 hs, durante el fin de semana pudieron volver a trabajar hasta las 22 hs, y a partir de mañana vuelven a operar con horario reducido, tal como impone el nuevo decreto provincial.
¿Cómo tomaron las nuevas medidas que se conocieron anoche y que estarán vigente al menos hasta fin de mes? “Es muy cansador”, expresó Reinaldo Bacigalupo, uno de los referentes gastronómicos de la ciudad como vocero de Mercado Pichincha. “Hubo un esfuerzo muy grande del sector gastronómico para con la pandemia, y de parte del Estado no hubo nada”.
“Necesitamos previsibilidad para poder organizarnos”, reclamó y apuntó directo a la desprolijidad en la que suceden los anuncios. “Pensemos lo desprolijo que es todo que el fin de semana que se pudo abrir hasta la noche tal vez ni los clientes se llegan a enterar, y ya nos vuelven a cerrar”, apuntó a las idas y venidas que afectan directamente a bares y restaurantes.
Los empresarios gastronómicos volvieron a insistir con un pedido de encuentro con el gobierno provincial en el que pretenden encontrar soluciones ante la falta de previsibilidad. “Muchos comercios cierran cuando en definitiva si se acordara un plan de acción con una ayuda de verdad, tal vez se podría hacer un esfuerzo. ATP provincial, ATP Nacional, excepción de Ingresos Brutos. Si ofrecieran un plan de trabajo muchos se organizarían y no tomarían la decisión de cierre”, remarcó y sumó: “Pero no hay nada de esto, vivimos en una nebulosa. No se puede trabajar sin tener un mínimo plazo de orientación”.
“Si quieren que estemos cerrados que venga una ayuda económica pero una ayuda de verdad, no lo que hay hasta ahora que son migajas. El Estado tiene que tomar la decisión de ayudar realmente al sector”, reclamó y pidió soluciones porque “charlas ya hubo, pero es momento de pasar a la acción”.