La Asociación Rosarina de Agencias de Viaje (ARAV) dio a conocer una opinión crítica con respecto al modelo de gestión del Aeropuerto Internacional de Rosario. Su presidente, Lisandro Cristiá comentó que “Rosario se quedó en el tiempo” y que “evidentemente el modelo no va más”. Durante la entrevista que concedió al programa Con Sentido Común de Fisherton CNN, planteó la necesidad de replantear el futuro del Islas Malvinas.
Cristiá sostuvo que durante los últimos 19 años, desde que Santa Fe optó por un modelo autárquico para su terminal aérea, no hubieron grandes avances. “Se decidió no entrar en el plan de privatizaciones, al que adhirieron 35 aeródromos. En las últimas dos décadas, los de Córdoba y Mendoza crecieron exponencialmente y Rosario quedó atrás”. Por otro lado, también aclaró que, si bien llegaron nuevos vuelos, esto se debió a políticas externas y no a las obras realizadas.
“Una ciudad que es la segunda del país merece otro tipo de aeropuerto. El modelo de gestión está llevado adelante por tres personas que son funcionarios públicos puestos en forma política”, arremetió. Luego disparó: “El modelo no va más porque no conocen la industria aeronáutica”.
Dentro de su crítica, Cristiá propone dos caminos alternativos para la administración del Islas Malvinas: Uno, concesionarlo, para lo cual sugiere la posibilidad de acercarlo a Argentina 2000 o bien, abrir una licitación; el otro, continuar con la autonomía, pero con la condición de incorporar una gerencia “totalmente profesional, idónea y con experiencia comprobable en aeronáutica”.
Mientras tanto, nuevos vuelos siguen llegando a Rosario, aunque para el presidente de ARAV las prioridades de la gerencia deberían replantearse: “Su principal preocupación debería ser si la terminal funciona eficientemente y no si pasan más o menos pasajeros. Que vuelen más o menos personas, no depende de Raúl Garo”. Posteriormente, añadió: “Lo que no puede dejar de hacer es asegurar que las pistas estén en buen estado, que tengamos manga, que haya una sala de embarque en la planta alta, que se consigan fondos de inversión. Los vuelos aparecen solos”.
Finalmente, cerró dando un punto de vista pesimista con respecto a la posibilidad de diálogo y negociación: “Creemos que la puerta está completamente cerrada”. Además recalcó que “ya no se confía en lo que dicen porque no conocen del tema. Garo es odontólogo y los otros dos también vienen de otros rubros”. Por último, se encargó de aclarar que no se trata de una posición personal en contra de la actual dirigencia de la terminal, sino contra el modelo, Miguel Lifschitz y Mónica Fein. “La principal beneficiada o perjudicada por el aeropuerto es la ciudad. Deberían ponerlo en sus agendas y darle prioridad”, concluyó.