Zara, El Corte Inglés, H&M y Mango se unen para gestionar la ropa usada

Un trabajo en conjunto con municipios y provincias españolas para reutilizar prendas y calzado reciclando y minimizando residuos.

La Asociación para la Gestión del Residuo Textil y la Federación de Municipios ultiman un test en diferentes ciudades. Se recogerá ropa en contenedores, puntos limpios o tiendas.

Sus integrantes son Inditex, Mango, El Corte Inglés, Tendam, Decathlon, Ikea, Kiabi, H&M, Primark y Sprinter, diez de los mayores gigantes de la industria de la moda en el mercado español. Su unión ha conformado la Asociación para la Gestión del Residuo Textil, una alianza que tiene el objetivo de gestionar los residuos textiles y de calzado que se generan en el mercado nacional. Es decir, crear un Ecoembes o un Ecovidrio, pero de la ropa y el calzado.

El proyecto, que se va a articular como un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (Scrap), está a punto de empezar a dar sus primeros pasos operativos. La asociación está ultimando junto a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) los detalles para el lanzamiento de su primer proyecto piloto, una iniciativa que previsiblemente se pondrá en marcha a principios de 2025 y tendrá el foco en la recogida de residuos.

La intención es desarrollar entre tres y seis ayuntamientos -es muy probable que participen uno o varios de la Comunidad de Madrid- de diferentes tipologías y tamaños, con el objetivo de que los aprendizajes sean exportables a todo el país.

“La intención es adelantarnos a la fase obligatoria, que llegará cuando el Ministerio de Transición Ecológica publique el real decreto en el que debe plantear cómo se debe gestionar el residuo textil. Se espera que ocurra a mediados de 2025 o principios de 2026, pero queremos explorar antes cómo hacer bien la recogida porque es una fase crítica del proceso”, indica Juan Ramón Meléndez, director general de la Asociación para la Gestión del Residuo Textil.

El directivo, que ha sido fichado por las empresas textiles tras ocupar antes cargos de responsabilidad en Ecovidrio y Ecoembes, apunta que el objetivo de la asociación es “reutilizar todo lo que se pueda de las prendas que se recojan y reciclar el resto”.

El proceso no es sencillo porque, además de la recogida de los residuos, habrá que desarrollar protocolos de clasificación y tratamiento, ya que cada fibra requiere un proceso diferente.

Contenedores de ropa

El proyecto piloto que se está ultimando ensayará la recogida de ropa y calzado en la vía pública, a través de contenedores destinados a ello, que compartirán espacio con los del vidrio, el plástico o la materia orgánica.

“Cada ayuntamiento decidirá si pone muchos, pocos o ninguno, pero lo normal es que no haya tantos como de vidrio o plástico porque la frecuencia de consumo -y de generación de residuos- de la ropa es menor”, explica Juan Ramón Meléndez. Además, se testarán otras formas de recogida como los puntos limpios, espacios públicos de los ayuntamientos destinados para este fin o las propias tiendas de los grupos textiles.

“Una cosa es quién financia y otra quién recoge. La financiación de la recogida se cubrirá al 100% por las empresas textiles, pero el responsable de la misma son los ayuntamientos, que deberán decidir si asumen el proceso, otorgan una concesión a una empresa u optan por otros modelos”, apuntan desde la asociación.

Su visión es que no habrá un gran hub español destinado a abordar todo el proceso, sino que se acabará generando una red capilar de empresas y un tejido industrial ligado al futuro negocio de la recogida, tratamiento, reutilización y reciclaje de la ropa.

“A medida que haya masa crítica, le irá interesando a la iniciativa privada. Se va a generar mucho empleo y negocio como ha sucedido con el plástico”, expone Juan Ramón Meléndez.

Las diez empresas que conforman la asociación -podrían unirse más en el futuro- han asumido el compromiso de asegurar los recursos necesarios para llevar a cabo el proceso, aunque por el momento es difícil calcular cuánto costará el desarrollo del Scrpa textil.

La asociación se ha fijado en otros modelos similares como Refashion (Francia) o Retex (Italia), pero “las circunstancias de cada país son diferentes”, indican.

Más de 15 kilos de ropa y calzado por habitante va a la basura al año

No es sencillo calcular cuántos residuos textiles y de calzado se generan cada año en España, aunque algunas aproximaciones dan vértigo. La Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje indica que cada año se producen en el mundo 150.000 millones de prendas y que el 87% de las fibras utilizadas se depositan en vertederos o se incineran antes de finalizar su vida útil. Si hablamos de España, esta federación estima que cada año se generan en el país 890.244 toneladas de residuos textiles, en torno a 19 kilos por habitante al año, de los que apenas un 11% se reutiliza o se recicla.

Un informe de McKinsey, bajo el título Scaling textile recycling in Europe, apunta que cada europeo genera más de 15 kilos de desechos textiles al año y que sólo una pequeña parte de ellos se reciclan. La propia consultora calcula que serían necesarias unas inversiones de entre 6.000 millones y 7.000 millones de euros hasta 2030 para cambiar esta realidad.

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