La red inmobiliaria asegura que la demanda se ha duplicado en los últimos dos años, ante la dificultad para comprar una casa en los grandes municipios
La demanda para comprar vivienda se está desplazando de las grandes ciudades hacia municipios de menor tamaño.
Esta es la tendencia que está detectando la red Alfa Inmobiliaria, que tiene actualmente 115 agencias operativas en España, y asegura que en los últimos dos años se ha duplicado el número de interesados en adquirir una vivienda en pueblos y pequeñas ciudades. Un cambio que viene provocado por varios factores económicos y sociológicos.
Según explica Jesús Duque, vicepresidente de la red inmobiliaria, “la principal razón de este fenómeno son los precios de la vivienda en las ciudades, la falta de vivienda asequible en las áreas urbanas y al elevado coste de vida asociado a estas urbes en cuestiones básicas como el transporte, la alimentación o el ocio. La escasez de oferta en las zonas metropolitana está llevando en los últimos tiempos a una escalada en los precios que supera en demasiados casos la capacidad adquisitiva de gran parte de la población, especialmente entre los jóvenes y las familias con menores ingresos”. También está impulsando esta tendencia es la mayor facilidad para trabajar en remoto.
Como consecuencia de esta mayor demanda residencial, la compañía también está observando un creciente interés por abrir una agencia inmobiliaria en zonas rurales, “anteriormente olvidadas”.
Las zonas más demandadas con precios desde 45.000 euros
La red inmobiliaria asegura que empezó a notar un aumento de la demanda en las poblaciones de la sierra norte de Madrid y de la comarca de la Garrotxa en Cataluña. “Ambas zonas están bien comunicadas con Madrid o Barcelona, y cuentan con servicios públicos e infraestructuras que les permiten trasladarse en poco tiempo a estas grandes capitales cuando hace falta, pero sus habitantes disfrutan de todas las ventajas de vivir una vida más tranquila y conectada con la naturaleza”, detalla Duque.
Y posteriormente la tendencia también se trasladó a muchos pueblos de Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía, que, “tras años de declive, actualmente ofrecen al comprador la posibilidad de comprar viviendas espaciosas, beneficiándose además del encanto de encontrarse en entornos rurales, con una rica historia y una cultura muy arraigada que los hacen sumamente atractivos”, sostiene el vicepresidente de Alfa Inmobiliaria.
A nivel de precios, la compañía asegura que en algunas de esas zonas es posible adquirir una vivienda de unos 100 m2 por precios que oscilan entre los 45.000 y los 100.000 euros.
“Con un presupuesto de 45.000 euros, se pueden encontrar opciones, especialmente en áreas rurales y con poblaciones por debajo de los 2.000 habitantes. Además, en algunas zonas urbanas, especialmente en ciudades de tamaño medio, es posible encontrar apartamentos pequeños o estudios a este precio, aunque pueden requerir renovaciones o estar ubicados en áreas menos céntricas”, insiste Duque.
Y a medida que aumenta el presupuesto se abren más posibilidades en términos de tamaño y ubicación. En áreas rurales, por ejemplo, hay casas más grandes con jardín o terreno por unos 65.000 euros. “En ciudades pequeñas o pueblos grandes, este presupuesto puede permitir la compra de apartamentos en mejores ubicaciones o propiedades que requieren menos reformas. Además, es posible acceder a propiedades con características adicionales, como garajes o terrazas”, indica el directivo.
Con 100.000 euros, las alternativas se amplían significativamente, tanto en espacio como en calidad. “En áreas rurales, este presupuesto puede permitir la compra de casas más grandes o incluso propiedades como fincas o casas de campo. En poblaciones más grandes, es posible acceder a apartamentos espaciosos en ubicaciones privilegiadas, cerca de servicios y otras comodidades. Además, este presupuesto puede permitir la compra de propiedades recién renovadas o en mejores condiciones, lo que reduce la necesidad de inversiones adicionales en mejoras”, añade Duque.
Desde la red inmobiliaria aseguran que también están detectando un aumento de operaciones basadas en la compra de una vivienda por unos 40.000-45.000 euros para reformarlas y revenderlas en poco tiempo por el doble de ese importe. En muchos casos, a compradores internacionales.