Por Ignacio Olivera Doll – Ámbito Financiero
El recorte de Moody’s sobre la nota de la deuda argentina llegó, curiosamente, en un momento en que la gran mayoría de los economistas del mercado local eligen sus mejores elogios para describir una nueva política cambiaria que logró detener la hemorragia de reservas. El director de la calificadora, Gabriel Torres, explicó a este diario por qué cree que el optimismo es exagerado, y que el modelo tal como está terminará conduciendo al país a un default.
Periodista: ¿Por qué la decisión?
Gabriel Torres: Lo que cambió en nuestra perspectiva es que antes considerábamos que los problemas de la Argentina no eran de números sino de política. Ahora, en cambio, creemos que los números ya son una preocupación.
P.: Pero el mercado cambiario se estabilizó…
G.T.: Entendemos, sí, que en este último mes y medio se calmó. Pero de todos modos la actual política cambiaria no es sostenible a largo plazo si se tiene una inflación del 40% anual, se mantiene el dólar planchado y no existe hoy ninguna opción para fondearse.
P.: ¿Preocupa más la caída de activos, como son las reservas, o el aumento de pasivos que se va a dar con el juicio de Nueva York y el pacto con el Club de París?
G.T.: Por el momento, creemos que el tema del Club de París no es positivo. Una negociación por sí sola no va a cambiar los fundamentos de nivel de reservas, y eso es lo que hoy miramos, dado que la Argentina necesita exclusivamente de ellas para pagar deuda. Si hay una mejora sostenible en las políticas, esto se modifica. Pero no la vemos probable en este momento. Más que un par de anuncios necesitamos cambios más profundos.
P.: ¿Qué tipo de cambios?
G.T.: Tiene que haber confianza. No damos recomendaciones puntuales en este sentido, pero con una inflación del 40% o el 50% anual este dólar no se va a poder mantener, y entonces vendrá otra devaluación y, luego, otra caída de reservas. Hay poco margen de maniobra y un gran riesgo de entrar en una crisis.
P.: ¿Están previendo otra devaluación?
G.T.: Devaluar se va a devaluar. No se sabe si de una vez o día a día. Pero claramente un dólar a $ 8 no es sostenible con esta inflación y costaría reservas en los próximos meses.
P.: ¿Y los dólares de la cosecha que se esperan?
G.T.: El problema fundamental no son 2.000 o 3.000 millones de dólares que puedan llegar… sino la falta de confianza, que hasta ahora no cambió. Las presiones están ahí.
P.: ¿Qué expectativas tienen sobre el juicio en EE.UU.?
G.T.: Al bajar la nota de la deuda argentina con legislación local, bajamos también la de legislación extranjera. Esto porque el riesgo aumentó: la Argentina tiene riesgo por reservas y también por no acatar el fallo. La suma de ambos da para nosotros un “Caa2”.