El anuncio fue festejado en las redes sociales. Entre otros, por el ministro de Desregulación del Estado, Federico Sturzenegger. “Empresas y emprendedores necesitan mecanismos de financiamiento. Los inversores también necesitan más y mejores opciones de inversión. La base del capitalismo es la conexión entre empresarios y emprendedores con proyectos de riesgo y ahorristas que están dispuestos a financiarlos”, explicó el funcionario.
El funcionario, haciendo algo de historia, recordó que en Venecia, por referenciar a la creadora del mercado de intermediación financiera, se encontraban quienes salían a navegar por el mundo y quienes financiaban cada aventura (que podía salir bien o mal). “Gracias a esta fuerza capitalista, a la evaluación ponderada del riesgo, pero también a la voluntad de asumirlo, Venecia se convirtió en la ciudad más poderosa del mundo”, dijo.
Por ello, apuntó que “toda injerencia en este proceso de conexión entre ahorristas e inversores es un golpe a la innovación, a la inversión y al crecimiento. En Argentina la excesiva superposición de requisitos burocráticos había aumentado las barreras de entrada a este mercado. Por ejemplo era impensado que una PYME pudiera emitir una obligación negociable, mucho menos acciones”.
Para Sturzenegger, lo que hace Roberto Silva y su equipo es “revolucionario porque entiende que los actores del mercado son los responsables primarios en este mercado. Que el que vende un instrumento lo hace para financiar un proyecto, y el que compra tiene la capacidad de evaluar la seriedad del mismo. Y que como dice nuestro presidente Javier Milei, nadie mejor que uno para cuidar su plata. Es que si no hay mecanismos eficientes de colocación para los buenos proyectos, el inversor migra a otras opciones, que pueden ser peores. O deja el dinero parado reduciendo la intermediación que necesitamos para poder invertir o crecer”.
Al no requerir autorización para la emisión la resolución 1047/25 le devuelve a los actores del mercado mayor libertad para operar. Sturzenegger admitió que, “si bien es cierto que por ahora los montos autorizados en este régimen son exiguos (1 millón de UVAs totalmente libres y 7 millones de UVAs cuando hay un prospecto), y que estos instrumentos estarán accesibles por ahora a inversores calificados; es un primer paso trascendental hacia una nueva Comisión Nacional de Valores que esté más focalizado en vigilancia y no en generar barreras de entrada”.
“Empezamos a transitar un camino a un país donde la gente libremente pueda emitir e invertir en bonos o acciones como personas libres y responsables”, festejó el funcionario nacional.