El economista hizo un análisis sobre lo que debería suceder para que el gobierno pueda aflojar las restricciones, y consideró que mientras tanto, debe evitar los errores no forzados.
El primer punto tiene que ver con la velocidad de la pandemia. Según Tetaz, “tiene que ceder rápido, para que el gasto COVID no obligue a sostener el ritmo de emisión de abril-julio (…) si las restricciones siguen y los ingresos no se recuperan, sobrarán cada vez más pesos y presionará cada vez más al dólar, no solo por la vía financiera, sino también por la comercial”.
El segundo es cerrar un pronto acuerdo con el FMI. Con ello, “Argentina podría despejar completamente la incertidumbre financiera y ahora también precisamos que las 20 principales empresas de la Argentina reestructuren su deuda externa, para que baje la presión de divisas financieras”.
La tercera y última condición es que Brasil recupere el ingreso de capitales e inversiones externas que perdió con el COVID, para que el dólar baje de los 5,38 Reales y quede más cerca de los 4,00 por dólar que cotizaba a principios de año. “De otro modo Argentina necesita un dólar mayorista de $96 para no perder competitividad cambiaria con nuestro principal socio comercial”.
“Hasta que esas tres cosas sucedan, el gobierno tiene que evitar los errores no forzados como los intentos de estatizaciones, la salida de empresas privadas, las masivas tomas de terrenos y las disputas políticas internas que debilitan al Presidente y fortalecen la sensación de que gobierna el ala dura del kirchnerismo”.
En el mediano y largo plazo, sin embargo, Argentina no tiene salida si una tonelada de soja se cambia por dos celulares Samsung Galaxy A10s en cualquier lugar del mundo, pero dentro del país hay que entregar 1130 kilos de la oleaginosa por un solo teléfono”, apuntó Tetaz. Y concluyó: “ Ese sesgo antiexportador que generan la brecha en el dólar, los impuestos al comercio y las estrategias de “protección industrial” tiene que desaparecer si queremos crecer”.