Antonio Bonfatti cambió el rumbo “angoleño” de Moreno.
Su destino: Nueva Zelanda, la potencia lechera más tecnológica del mundo, mira a la cuenca santafecina con interés estratégico.
Mariano Viroglio, presidente de Apymel Santa Fe, forma parte de la comitiva de 44 empresarios que acompañaron al gobernador con continente oceánico.
Bonfatti eligió Apymel para impulsar a los tambos santafecinos unidos en la entidad que les da volumen para salir a negociar con el mundo. Funcionan con una mecánica muy parecida al grupo CREA.
A pesar de la diferencia horario y una agenda apretadísima de actividades, Viroglio accedió a un diálogo con ON24.
“Nos reunimos con la mayor exportadora del mundo de leche en polvo, Cooperativa Fonterra. Intercambiamos una mirada de la lechería mundial, el rol de la Argentina en ese contexto y la posibilidad de comercializar quesos a través de ellos a sus mercados, además de otras cooperativas de menor tamaño e importadores que quieren distribuir los quesos santafesinos sobre todo el dulce de leche”.
Al ser consultado por los obstáculos que hoy presenta el comercio exterior argentino, una limitante que va contra los intereses de una provincia abierta al mundo, respondió: “los obstáculos son los mismos que el resto de los mercados, algunas exportaciones demoradas por el sistema de ROE, pero nada especial, Nueva Zelanda es un país que aparentemente facilita el comercio entre naciones, ellos necesitan mucho de las importaciones porque son una isla, grande y rica pero isla al fin.
Ellos facilitan las inversiones y tienen un sistema de apoyo a los emprendedores para que puedan instalarse con nuevos negocios y comenzar a operar en la isla.
En principio somos competitivos, menos en leche en polvo, podemos exportarle tranquilamente quesos y otros lácteos.
Dimensionando el mercado neozelandés, Viroglio tiene una mirada estratégica más allá de sus 4 millones de consumidores.
“Es un mercado no muy grande comparado con Argentina y Brasil, pero si nos relacionamos con este mercado y sus actores nos estaremos vinculando al país que más desarrollo tecnológico tiene en lechería, con una red de investigación realmente impresionante y para una pyme cualquier mercado externo es bueno porque tampoco se dispone de grandes volúmenes”.
Por Fabiana Suárez