Javier Milei es un fenómeno mediático nunca antes visto: Ningún economista o intelectual liberal argentino logró la masividad del simpatizante de la Escuela Austríaca, mucho menos penetrar entre los adolescentes, la franja etárea que más fielmente lo sigue, dedicándole memes y caricaturas.
Invitado al Congreso de Economía de Fundación Libertad, el discípulo de López Murphy, transformó el tradicional auditorio de la Bolsa de Comercio de Rosario, acostumbrado a recibir hombres de saco y corbata, en un aula magna desbordada de estudiantes secundarios y universitarios.
“Mi hijo tiene 13 años y quiere ver a Milei, no lo dejen salir a la calle, después del trabajo lo paso a buscar”, recomendó una madre a las recepcionistas del Congreso. Pocos minutos antes de su charla, grupos de jóvenes ingresaban a la Bolsa de Comercio para ver en persona al hombre disruptivo de la televisión. Mimetizado entre las cabelleras desordenadas de sus fans que imitan su look, el economista recibió regalos y no dejó de posar para las selfies.
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