Luego de que el ministro de Economía, Martín Guzmán, presentara los principales lineamientos del proyecto de ley denominado de Solidaridad Social y Reactivación Productiva y que el presidente Alberto Fernández se jactara ante el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) de que impulsaría la producción automotriz y la venta de cero kilómetros, los fabricantes y concesionarios se enteraron de que la normativa venía con sorpresa.
Es que el impuesto interno a los autos cero kilómetro de más de $ 1.800.000 (precio mayorista) se esperaba rija hasta febrero, pero el Gobierno Nacional pretende modificarlo a partir del próximo 1° de enero, bajando la base imponible a $ 1.300.000 y desdoblando las alícuotas de la siguiente manera: 20% para los vehículos de entre $ 1.300.000 y $ 2.400.000 (precio mayorista) y de este último valor en delante de 35%.
De acuerdo a lo explicado a ON24 por Alejandro Farragut, gerente de Chevromax, de aprobarse esta medida en el proyecto de ley, hay modelos que podrían aumentar hasta un 54%.
“Estamos convulsionados porque mientras nos estábamos interiorizando sobre las medidas tendientes a incentivar la producción y la capacitación del sector, vemos que están aumentando el impuesto a los autos a partir del 1º de enero”, señaló. “No salimos de una que ya entramos en otra (…) Cambió todo muy rápido. Yo esperaba algún tipo de medida más alentadora para el consumo. Pero hasta ahora no hay nada vinculado a tasas subsidiadas o alternativas para compra de vehículos”, sostuvo.
En lo que respecta a Chevrolet, Farragut indicó que la normativa “estaría golpeando a prácticamente a todo el segmento C, como el Cruze, o al B de SUV como la Tracker”, por ejemplo.
“Hay que ver qué pueden nacionalizar las terminales ahora porque hay embarques que están viniendo y el impuesto lo liquidan al nacionalizar el vehículo. Y lo que tengamos pedido van a aumentar. Si yo tuviera que comprar un auto y tuviera el dinero, lo haría ahora porque, además, los concesionarios estamos todavía liquidando stock a precios con descuentos de las terminales”, explicó.
Por su parte, el director de Autorosario Toyota, Rómulo González, consideró que “cuando suceden estas cosas, puede pasar que el modelo se salga de precio y deje de venderse o para sostenerlo, la fábrica subvencione el precio. Hay que ver las nuevas listas, porque va a depender del valor del dólar al momento de nacionalizar los modelos importados”.
“Frente a estas situaciones que no pasan habitualmente en otros mercados, todos estamos obligados a buscar soluciones ingeniosas que nos permitan seguir para adelante”, manifestó.
Para el empresario, se deberían “sumar medidas que puedan relanzar la compra, que es la que genera actividad y ocupación de mano de obra”. En ese sentido, propuso apelar iniciativas “que dieron resultado en el pasado”, como ser “el Plan Canje, que en su momento fue exitoso para retirar modelos muy antiguos de circulación; o las tasas o mecanismos de financiación orientados a la renovación de bienes de capital, como camiones, furgones o pick up”.
Puntualmente, sobre el segmento pick up, González agregó que como este proyecto “grava a los automóviles y no a los bienes de capital, una pick up va a ser más barata que otro vehículo alcanzado por el impuesto”.
IMPACTO DE LAS NUEVAS RETENCIONES
Consultados sobre el impacto en la demanda de vehículos en Rosario que, por otro lado, puede conllevar el aumento de las retenciones sobre el campo que también propone el Gobierno de Alberto Fernández, Rómulo González llamó a no aventurar un análisis hasta tanto ver todas las cartas sobre la mesa.
“Todavía faltan elementos. No creo que sea tan lineal el aumento de las retenciones con la imposibilidad de comprar un vehículo, sino que va a depender de cómo se combinan otras variables como el valor del dólar al momento de la venta del cereal, el nivel de la cosecha, las tasas de interés y el valor que tengan las pick up”, señaló y añadió: “La pick up es un vehículo que se mantiene más estable que otros segmentos frente a estos cambios. Además, no es el momento en el que el campo se expresa como comprador ahora”.
Por su parte, Farragut expresó que aunque su marca no tiene fuerte presencia en el segmento, “vamos a tener una retracción de la demanda porque la zona viene de sequía, inundaciones y de algunos problemas con corredoras de cereales muy grandes”.
“Me parece que ahí va a haber un golpe sobre el mercado de la camioneta porque el agro tiene un componente importante sobre el consumo. La realidad es que en el salón se han vendido menos en los últimos meses”, apuntó.
REDACCIÓN ON24
