Desde el Salón Blanco de la Casa Rosada, el presidente Mauricio Macri hizo oficial que el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias pasaría a ser de 30 mil pesos, “un aumento del 160%”, según explicó. El anuncio dio por cumplida una de las promesas más fuertes de las realizadas durante la campaña electoral.
En su discurso, el mandatario fue muy duro con la gestión de Cristina Kirchner, aunque no dio mayores detalles técnicos de la medida. Luego de consultar con la profesional en materia tributaria Germana Figueroa Casas acerca de la medida, las primeras sensaciones a raíz del anuncio oficial son positivas. Una modificación en el régimen era necesaria para ordenar el proceso de deducción del impuesto en cada caso.
Por otra parte, afirmó que la medida como funcionaba hasta el momento era totalmente inequitativa: “En una empresa podían coexistir dos empleados que ganaran lo mismo y que uno pagara retenciones por ganancias, mientras que el otro no”. El hecho de que el impuesto quedara anclado en el 2013 permitía que hubiera beneficiados y perjudicados. De cualquier modo aclaró sobre la nueva medida: “El anuncio solo no nos da nada de información. Es vital la aplicación”.
Con respecto al impacto final sobre los contribuyentes, deberá analizarse caso por caso. La aplicación del régimen anterior, el cual no se actualizó desde 2013 hace que haya individuos que pagarían montos mayores, mientras que otros pagarían cifras inferiores. Con los pocos datos que hay hasta el momento, se especula que alguien que gana $24000 brutos mensuales, pagaba anualmente $21000 de ganancias y ahora pasaría a no pagar.
