Un informe del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales de Fundación Libertad alerta que por tercer año consecutivo los salarios pierden contra la inflación.
Como un clásico deportivo, la carrera entre sueldos y precios mantiene en vilo a los trabajadores argentinos. Por tercer año consecutivo, la inflación ganó sobre los golpeados asalariados.
Los empleados en relación de dependencia son los que parecen llevarse la peor parte del proceso de elevada inflación (con una década sobre los dos dígitos anuales). En una contrastación entre las variaciones interanuales en el nivel salarial que informa Indec – que incluye el sector privado, público y una estimación del privado no registrado – contra las variaciones de precios que publica el Congreso de la Nación en base a las mediciones privadas, el 2014 marcó el tercer año consecutivo de pérdida de poder adquisitivo del salario.
Durante el año pasado, el poder de compra de los empleados se contrajo en promedio un 4,8%. No obstante, el deterioro se desaceleró respecto de 2013, cuando la variación negativa había alcanzado el 6,6%. Al tomar una serie de mayor extensión se agrega la complejidad que ofrece el deterioro de las estadísticas oficiales.
Si a fin de realizar tal ejercicio se consideran los datos publicados por Indec hasta 2006, el promedio de Institutos de Estadísticas provinciales entre 2006 y 2010, y los datos del IPC Congreso desde 2011; el saldo que se observa es que en los últimos 11 años se dieron 5 períodos de contracción real. De éstos, tres se concentran en los últimos cuatro años.
Durante 2014 el mayor deterioro salarial se dio en el primer trimestre y durante la segunda mitad del año. En tanto, las negociaciones paritarias dieron cierto aire durante los meses de abril a julio. Pensando en las paritarias que se avecinan, es probable que los gremios intenten recuperar parte del deterioro salarial del último año. Por otra parte, las expectativas de una desaceleración de la inflación durante este año, principalmente por la caída de actividad y el anclaje del tipo de cambio, operarán como techo en las negociaciones.
Todo indica que las principales variables económicas se determinarán día a día, fiel reflejo de la incertidumbre reinante en un escenario político y económico complejo. Hasta ahora, el resultado es duro. Los perjudicados: los trabajadores, que por tercer año consecutivo tuvieron salarios que perdieron contra la inflación.