El especialista en comercio exterior, y director de la consultora DNI (Desarrollo de Negocios Internacionales), Marcelo Elizondo, sostuvo que los últimos datos de la balanza comercial Argentina, correspondientes al 2016, no reflejan un proceso de apertura de mercados, por lo que negó que exista ingreso indiscriminado de importaciones. “Los números indican que claramente eso no ocurre; las importaciones han caído en números significativos. Argentina sigue siendo un país sustancialmente cerrado”, afirmó Elizondo en diálogo con el programa A Fondo, de LT8.
El experto destacó el superávit comercial logrado en 2016, después de años de déficit y comentó que “el comercio exterior” del país “se está normalizando”. “El superávit está basado en un tenue incremento de las exportaciones, que se explica por la evolución de las exportaciones de los últimos meses del año, porque hasta el mes nueve venían decreciendo, y por una caída de las importaciones, sobre todo por los menores precios pagados”, explicó y apuntó que, en volúmenes, sí hay algunos incrementos de las compras al exterior, aunque “en rubros particulares, como ser automóviles o bienes de consumo”.
Las cifras en torno a las importaciones suscitaron posiciones encontradas entre el gobierno provincial y el nacional. El ministro de Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, criticó al Poder Ejecutivo que comanda Mauricio Macri porque considera que “va a destruir el empleo y la industria nacional” con la política de comercio exterior. Por su parte, el secretario de Comercio, Miguel Braun, indicó que “Argentina sigue siendo una economía bastante cerrada” y, en declaraciones a Radio 2, apuntó que “las importaciones representan el 11% del PBI, siendo el porcentaje más bajo de los países de la región”.
Consultado acerca de estas diferencias, Elizondo fue claro: “En los datos, yo no veo un proceso de apertura. Incluso, durante la Presidencia de Néstor Kirchner, Argentina tuvo el nivel más alto de importaciones de la historia, comparado con su PBI, con niveles cercanos al 15%. Esto explica que Argentina eleva más sus importaciones cuando su economía crece más, porque se necesita de las importaciones para aumentar el proceso productivo”. Y agregó: “Más del 80% de todo lo que Argentina compra del exterior son bienes para la producción, insumos, piezas y partes, máquinas. El otro 20% son bienes de consumo y autos. Entonces, cuando Argentina no crece, las importaciones decaen. Esto es empírico”.
Además, el especialista ratificó que el ratio de comercio exterior de Argentina sobre PBI “es el más bajo de toda América y uno de los más bajos del mundo”. Y finalizó: “Argentina explica el 6,5% del total de exportaciones el Latinoamérica, pero explica el 9,5% de las exportaciones de servicios. Y en relación a las exportaciones industriales, Argentina tiene problemas de competitividad serios. (…) Se dice que la apertura de importaciones afecta al empleo industrial. Ahora, el empleo industrial de Argentina explica el 15% del empleo total del país, y el empleo de los servicios explica el 65%. Buena parte de las importaciones, cuando crecen, alimentan el sector servicios, que en muchos casos vive de las importaciones. Entonces, sin dudas las importaciones afectan al empleo industrial, pero quizá están compensando por el lado de los servicios, que, cuando las importaciones se limitan, tiene problemas”.
De acuerdo a las cifras del Indec, la balanza comercial argentina de 2016 cerró con un superávit de US$ 2128 millones, mientras que en 2015 había dado un déficit de US$ 2969 millones, según informó La Nación en su edición del martes 24 de enero. Las exportaciones en 2016 alcanzaron los US$ 57.737 millones, registrando un crecimiento del 1,7% respecto al acumulado de 2015; al tiempo que las importaciones totalizaron US$ 55.610 millones, disminuyendo 6,9% en montos, detalló el matutino.
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REDACCIÓN ON24