Según estimaciones privadas, los empleados en relación de dependencia comenzarán a pagar desde el 1° de enero próximo el Impuesto a las Ganancias a partir de sueldos de $225.936,97 brutos mensuales. El cálculo surge en base al incremento de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) correspondiente a octubre que publicó el Ministerio de Trabajo.
Aún la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) no publicó la resolución que establecerá los nuevos valores y escalas del impuesto. Ahora bien, la suba del importe a partir del cual se tributará el impuesto es inferior a la evolución de la inflación anual, lo que en la práctica implica que más trabajadores pagarán mientras que los que ya están alcanzados subirán más rápido de escala.
“Si tenemos en cuenta que la variación de la inflación interanual a octubre de 2021 fue del 52,1%, vemos que los contribuyentes se verán perjudicados porque el ajuste de valores que se realizará en el Impuesto a las Ganancias será por un porcentaje menor”, explicó Sebastián Domínguez, de SDC Asesores Tributarios.
Asimismo, el especialista consideró que “en un contexto inflacionario como el actual, la actualización de los valores debería realizarse en forma semestral por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del semestre inmediato anterior”.
Cabe recordar que, en 2021, por iniciativa del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, se estableció un incremento de la denominada “deducción especial” para empleados en relación de dependencia, de modo de que se pagaba desde los $150.000 brutos. Pero, tras la derrota en las PASO, se hizo un ajuste y se llevó la escala a $175.000 a partir de septiembre y hasta diciembre de este año.
Por otro lado, entre los $226.937 y los $260.580 los contribuyentes pagarán un importe menor, para evitar así un salto abrupto en las alícuotas, debido a que la mejora que introdujo el proyecto de Massa no es en sí mismo un aumento del mínimo no imponible, sino una mejora en las deducciones.
