Según un informe del Centro de Estudios económicos y Sociales de Fundación Libertad, las exportaciones de enero fueron las más bajas del último lustro La semana pasada el INDEC (Instituto nacional de Estadísticas y Censos) dio a conocer el resultado del Intercambio Comercial Argentino (ICA) correspondiente al primer mes del año.
En este arranque, la balanza comercial comenzó a mostrar algunos signos de deterioro, aunque el saldo comercial arrojado fue de US$ 72,8 millones, un poco más del doble que el año pasado. Las exportaciones de enero cayeron 18% con respecto al mismo mes del año anterior, situándose en US$ 4.294 millones.
Esta cifra es la más baja en cinco años. Las importaciones, por su parte, también marcaron una caída de 19%, situándose en US$ 4.221 millones. Si bien el resultado fue mayor al de enero de 2014, cuando el saldo comercial fue de US$ 35 millones, es imprescindible destacar que en aquel entonces la caída en las exportaciones e importaciones había sido de 8% y 4% respectivamente.
La principal baja interanualmente en las ventas al exterior se evidenció en el rubro Combustibles y energía (58%), seguido por las Manufacturas de origen industrial (-24%) y las Manufacturas de origen agropecuario (-15%). La única suba registrada fueron los Productos primarios (16%).
Cabe destacar, que el sector manufacturero es el más comprometido con las compras y ventas externas debido a la pérdida de competitividad, factor que explica la caída ininterrumpida de las exportaciones desde hace más de dos años. Por cierto, la mayor parte del destino de estos productos corresponde a países latinoamericanos, donde están atravesando un momento de apreciación del dólar respecto de sus monedas locales. Esta situación complica la colocación de los productos argentinos ya que se encarecen en términos relativos.
En las compras extranjeras todos los rubros sufrieron disminuciones, aunque, se vieron principalmente afectadas por la baja registrada en el rubro Vehículos automotores de pasajeros (-67%). También se destacó la caída de Combustibles y energía (-54%), seguidas por las Piezas y accesorios para bienes de capital (-20%). En síntesis, en materia de intercambio comercial, el país presenta un panorama poco alentador para este 2015, con recesión por segundo año consecutivo y marcada contracción del flujo comercial con el resto del mundo.
La intensificación de restricciones a las importaciones, un marcado atraso cambiario, pérdida de competitividad por falta de obras de infraestructura, caída de la actividad económica y baja en los precios de los principales commodities agrícolas, son los parámetros que marcarán el devenir del comercio exterior del país durante los próximos meses. Una situación que resulta compleja no sólo por ser el superávit comercial la principal fuente de divisas, sino porque el menor intercambio comercial marcará un nuevo deterioro en la calidad de vida de todos los argentinos.