El Gobierno ultima detalles para anunciar una nueva suba de tarifas y combustibles a partir del 1° de septiembre. Si bien las autoridades sostienen oficialmente que “el incremento aún no está definido”, en off reconocen que rondaría entre el 3% y el 5%.
“Lo que más va a aumentar es el gas y especialmente el componente del PIST que venía retrasado respecto a los valores del Plan Gas”, indicó una fuente del Poder Ejecutivo.
En este caso, los N1 y las industrias estaban pagando 3,3 dólares el millón de BTU, los N2 1,19 dólares y los N3 1,48 dólares, cuando los valores del Plan Gas para el período invernal rondan los 4,43 dólares.
Ya a partir de octubre comienzan a regir los precios de verano que bajarán hasta un rango de 2,89 dólares, con lo cual, la cobertura de costos de los usuarios (que hasta ahora promedia el 30%) subirá notablemente y permitirá acotar el gasto en subsidios.
¿Qué pasará con la tarifa eléctrica?
En el negocio eléctrico el panorama es algo más confuso. El consenso es que la suba se ubicaría en torno al 4%, pero no está claro cómo se repartiría entre transportistas, distribuidoras y el precio estacional de la energía. Aunque fuentes oficiales aclararon a este medio que todos recibirán una parte.
“Se suponía que a partir de septiembre arrancaba la famosa indexación mensual, pero todavía no sabemos nada ni el criterio que van a utilizar. Primero nos dijeron por salarios, por inflación, después por inflación futura. Seguimos sin saber nada”, cuestionaron desde una distribuidora.
De todos modos, al igual que en el caso del gas, en primavera empieza un período donde el costo monómico se reduce fuertemente. Si se suma que la fecha coincide con la puesta en marcha de una serie de obras como la planta compresora de Salliqueló, Mercedes y varias del Gasoducto Norte, el abaratamiento del sistema será todavía mayor al reemplazar una buena proporción de gas y combustibles importados por producción local de Vaca Muerta.
Eso también reduciría los subsidios y, con ello, la necesidad de grandes aumentos tarifarios en el componente del precio estacional.
NAFTAS
A diferencia de las tarifas, en los combustibles se observa como cada mes se incrementa más el atraso respecto al factor impositivo, que desde hace tiempo el Gobierno lo viene actualizando muy por debajo de la inflación.
Según adelantaron a +e, el ajuste en surtidor de septiembre sería entre un 3% y un 4% en naftas y algo por debajo en gasoil. Eso implica una suba de impuestos de solamente el 1%.
La baja del impuesto PAIS y la caída de la cotización del Brent ayudan a que la brecha con los valores internacionales se achique. No obstante, lo que se agranda es la brecha impositiva, que está acarreando una pérdida al Estado de más de 200 millones de dólares al mes.
En este mes, no sólo habría que aplicar los aumentos no ejecutados de los meses anteriores, sino que ahora se suma el segundo trimestre del 2024. De este modo, se acumula un atraso de 198,1 pesos por litro en nafta y 121,6 en gasoil (de acuerdo a datos de la consultora Economía & Energía), de los cuales se aplicarían poco más de 10 pesos por litro.
