El sector inmobiliario sale al cruce de las propuestas para modificar las regulaciones del sector. Ante el tratamiento en el Congreso nacional de un proyecto que busca crear una nueva la Ley de Alquileres, las cámaras empresariales comenzaron a dar su opinión al respecto. La semana pasada, el Observatorio Inmobiliario de Rosario advirtió sobre las implicancias de la iniciativa, en tanto la Federación Inmobiliaria Argentina (FIA) hizo lo propio en los últimos días.
“Cada vez que se quiso avanzar sobre las regulaciones el efecto fue el contrario y puso en riesgo cuestiones que funcionaban bien”, apuntó el titular de FIA, el rosarino Javier Grandinetti, en una entrevista radial en Fisherton CNN. Y siguió, “hay simplificaciones muy burdas que apuntan a que de un lado hay un inquilino y del otro una inmobiliaria negociando intereses contrapuestos (…) Lo cierto es que las inmobiliarias intermedian, y es la única actividad donde se gana si el propietario y el inquilino se ponen de acuerdo. Nosotros cobramos por resultados”.
Asimismo, el empresario explicó que, en caso de abusos, los colegios profesionales son instancias donde los inquilinos pueden asentar sus denuncias; al tiempo que “las partes más importantes del contrato de locación están incorporadas al Código Civil”. Y consideró que las pujas surgen del incremento de costos propios del Estado que se buscan compensar ajustando el sector privado. “Cuando suben los costos del Estado, hay que bajarlos de otro lado, entonces quieren bajar los honorarios de las inmobiliarias y subir los sellados y las tarifas”.
Renta por el tobogán
Según Grandinetti, el déficit crediticio ha tenido un hondo impacto en la configuración del mercado. “Tuvimos un incremento en la cantidad de inquilinos que fue abastecida por el mal llamado boom inmobiliario en el que la gente, por el colapso del sistema bancario y el jubilatorio, decidió poner los excedentes en ladrillos”; pero eso no implicó “una transferencia de inquilino a propietario”.
“Estamos en los niveles de renta más bajos de los últimos 30 años. Los propietarios lo aceptan porque privilegian la seguridad que ofrece el bien por sobre la renta”, aseguró el titular de FIA.
Al inquilino le cuesta más, al propietario le rinde menos
Para ejemplificar la situación, desde FIA realizaron un seguimiento de la evolución de los precios. “Hicimos un estudio desde mediados de 2011 hasta 2015 donde tomamos un sueldo de empleado de comercio categoría auxiliar B, el litro de nafta súper, el dólar oficial, el paralelo, el costo de la construcción y el costo de alquiler de un departamento tipo de uno y dos dormitorios”, explicó Grandinetti. Y explayó, “los resultados mostraron que el incremento más bajo fue el del departamento de dos dormitorios, y lo que más subió es el sueldo de empleado de comercio. Entonces, ¿qué es lo que estamos discutiendo? Si el sueldo mejoró respecto al alquiler, ¿por qué a un inquilino le cuesta más pagar? Porque hay un montón de otros precios que le han ido quitando poder de pago”.
“Hoy, los servicios y los gastos centrales pueden llegar a un 85% de los cargos locativos, cuando lo normal sería un 25 o un 30% como mucho”.
“Si queremos soluciones tenemos que pensar a largo plazo y sancionar una ley que restablezca la exención impositiva para la construcción de viviendas destinadas al alquiler. Si vamos a transferir inquilinos a propietarios hay que anticiparse y hacerlo de la forma más ordenada posible”, concluyó Grandinetti.
REDACCIÓN ON24