Empresas de logística desperdician $4000 al mes por vehículo, por dejar motor en marcha cuando la unidad está parada

¿Cómo puede optimizarse ese gasto?

Según un monitoreo de 5500 vehículos, todos pertenecientes a flotas de empresas de transporte terrestre, de lo que gastan por mes, en promedio, las empresas de transporte en combustible, para cada vehículo, $ 4.000 podrían haber sido ahorrados, si no se hubiera mantenido prendido el motor mientras la unidad estaba frenada.

Las conclusiones se desprenden del trabajo realizado por Maxtracker, empresa argentina dedicada al rastreo satelital de vehículos, que actualmente cuenta con 6200 unidades monitoreadas (700 son máquinas viales).

El seguimiento de cada vehículo se realizó a partir de la instalación de un dispositivo pequeño, que cuenta tanto con sistema de GPS como con un chip con conexión a internet, de manera de poder compartir esos datos a una base de seguimiento. De acuerdo a este informe, los choferes suelen dejar los motores en marcha por diversas razones.

Del reporte surge que entre las principales son el uso del aire acondicionado en verano y calefacción en invierno, así como también se suele dejar encendido, en zonas petroleras, durante el almuerzo. En los vehículos de reparto, es habitual que se mantengan encendidos durante la descarga de productos.

Vale señalar que, en el caso de los camiones, dejar el motor encendido es una vieja costumbre, ya que se decía que encenderlos y apagarlos, muchas veces por día, podía causar daños en el motor y el sistema de arranque. No obstante, en
los modelos actuales, está demostrado que, si se va a frenar más de 30 segundos el vehículo, sin avanzar, conviene apagarlo, con lo cual, el prendido y apagado repetitivo no produce daños.

Por otra parte, cabe aclarar que para algunos rubros particulares sí es necesario dejar el motor en marcha a pesar de que el vehículo esté frenado: camiones de cemento, equipos refrigerados y vehículos de seguridad, que tienen que estar listos ante cualquier inconveniente.

El informe demuestra, que esta práctica, aún muy habitual, implica un significativo desperdicio de nafta y dinero: en promedio, los vehículos de cuadrillas hacen 40 horas de “ralenti” mensual, lo que, traducido en dinero, por cada unidad, equivale a $ 4000 de gasto extra en combustible (principalmente diésel).

¿Cómo ahorrar?

Para el caso de los vehículos que tengan que tener el motor en marcha mientras trabajan (cemento, seguridad, etc.) se usa un sensor adicional para diferenciar los momentos de ralentí de los que el vehículo está trabajando, pero detenido.

Al respecto, desde Maxtracker, explicaron: “Este es un buen ejemplo en donde la tecnología, en este caso utilizada para el monitoreo, y el chequeo y cruce de los datos, puede arrojar información útil para corregir conductas, algunas de ellas arraigadas en el tiempo o las tradiciones. El modificarlas puede implicar un gran ahorro para las compañías, en especial las que disponen de muchos vehículos”.

 

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