Un canal alcista es un patrón que se caracteriza porque el precio se desplaza dentro de dos rectas paralelas que tienen pendiente positiva. La parte superior del canal se denomina zona de resistencia y la parte inferior zona de soporte. Y la condición que ha de cumplir este patrón para que sea válido es la de tener, al menos, dos puntos de apoyo en la base del canal y tres en la parte alta (resistencia), o bien tres en la zona de soporte (la base del canal) y dos en su parte alta. De manera que hemos de tener siempre, como mínimo, cinco puntos de tangencia dentro del canal.
Condición que cumple el oro sin ningún tipo de problema. La operativa cuando el precio está dentro del canal se limitará a abrir largos (posiciones alcistas) en la base del canal y cerrarlos en la parte alta del canal (resistencia). Puede decirse que mientras el precio no pierda la base del canal alcista, por definición soporte, no hay ninguna razón de peso para plantearse, si quiera, el deshacer posiciones de manera parcial.
Lo que nos está demostrando el metal precioso es que las preocupaciones acerca de una posible recesión en los EEUU, donde resulta que el S&P 500 ha corregido un 10% desde sus máximos anuales e históricos, están llevando al oro en volandas. Como gran activo refugio que es. Este la semana pasada marcó nuevos máximos históricos por encima de los 3.000 dólares y ahora mismo parece querer poner a prueba la parte alta del canal, en las inmediaciones de los 3.075 dólares/onza.