El gobierno de Cristina Kirchner aumentó la presión sobre las diez provincias petroleras que conforman el directorio de YPF con el fin de que emitan unos 2.450 millones de dólares en bonos destinados al pago a Repsol.
De lo contrario, les exige entregar áreas de concesión para generar recursos que puedan ser destinados al grupo español.
El país arrastra un déficit energético que en 2013 alcanzó los 9.000 millones de dólares, equivalentes a un tercio de las actuales reservas del Banco Central, y el kirchnerismo pretende que ese rojo desaparezca entre 2017 y 2019.
Son diez los gobernadores de las provincias que conforman la Organización Federal de los Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi), los cuales mantienen un constante diálogo con Miguel Galuccio, CEO de la estatizada YPF.
Chubut, Neuquén, Río Negro, Formosa, Jujuy, Salta, La Pampa, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Mendoza controlan el 24,99 por ciento de las acciones de la compañía y un 26,03 ha quedado en manos del Estado nacional, que ahora exige a los gobernadores tomar mayor protagonismo.
Los mandatarios provinciales vienen dialogando con los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Planificación, Julio de Vido; además del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; y en escena apareció un gobernador de una provincia que hasta el momento no tiene yacimientos: Sergio Urribarri.
El entrerriano formó parte este martes de la comitiva integrada por Capitanich, Kicillof y Galuccio que viajó a Río Negro y Neuquén para observar los avances de YPF en yacimientos donde está invirtiendo la estadounidense Chevron.
La Nación se comprometió a pagar al grupo español Repsol -con bonos escalonados hasta el año 2033- la suma de 5.000 millones de dólares en concepto de compensación por la estatización del 51 por ciento de las acciones de YPF.
De ese monto, unos 2.550 millones los pagará el Estado nacional y 2.450 millones tendrán que ser afrontados por las provincias petroleras, dato que sorprendió a más de un gobernador en medio de una ajustada situación fiscal por los desequilibrios económicos generados por la inflación y los aumentos de costos.
Fuente: Cronista