Esta falta de vocación gremial le sigue descontando ingresos a miles de trabajadores aceiteros, que se sorprenderán al ver menguados sus ingresos a fin de este mes.
Desde la patronal dicen que hay un solo responsable para los males que sufrirán sus familias este mes: los líderes sindicales, que tomaron medidas de fuerza intempestivas, sabiendo que nadie podía evitar que colapsen las rutas y las terminales. El daño económico a miles de transportistas y vecinos es absolutamente mayor a cualquier pretensión salarial real.
La industria insiste con una oferta de aumento supera la expectativa inflacionaria de los próximos meses: 12% a julio y 5% a septiembre, que acumulan 94% sobre una inflación proyectada menor.
Y reiteran el pedido de que se levante la medida ahora y que los líderes sindicales vuelvan a la mesa de negociación para retomar el trabajo normal.