Hace cuatro años se anunciaron las primeras medidas del cepo cambiario y desde entonces dólar oficial y paralelo “jugaron” una carrera sin descansos. En ese período, el blue aumentó su valor 242% y el dólar formal creció 120,5%.
Las restricciones al dólar acompañaron la última gestión presidencial de Cristina Fernández desde el principio hasta el fin. Apenas una semana después que la presidente fuera reelecta, el Gobierno Nacional anunció que todas las operaciones cambiarias deberían contar con autorización previa de AFIP.
Así nació el mercado paralelo como se lo conoce hoy. El primer día con la medida en vigencia (1 de noviembre de 2012), el dólar oficial cotizó a $ 4,33 y el paralelo se vendió a $ 4,60. Entre ambos mantenían una brecha del 6,23%.
A partir de entonces la diferencia entre ambas cotizaciones se fue haciendo más grande con cada endurecimiento del cepo, hasta llegar al 64,92% del viernes pasado, cuanto el dólar cerró a $ 9,55 en el mercado formal y a $ 15,75 en las transacciones callejeras.
Las trabas más significativas
Para que la brecha entre dólar oficial y paralelo creciera del 6% al 64% tuvieron que pasar muchas cosas en el medio. Entre pequeños y grandes cambios, se pueden contabilizar al menos 17 restricciones que el Gobierno aplicó sobre el mercado cambiario desde octubre de 2011 hasta hoy. Entre ellas, se pueden reconocer algunas que fueron determinantes.
La primera ya fue mencionada. Se trata de la obligación de pedir autorización a AFIP para realizar cualquier operación cambiaria.
Luego puede destacarse una normativa similar pero orientada al sector empresario. Desde el 8 de febrero de 2012, el Estado Nacional obliga a las empresas a pedir autorización al Banco Central para girar divisas al exterior.
Entre mayo y julio de ese mismo año, se establecieron otras dos restricciones que provocaron un salto en la cotización del dólar paralelo de $ 6 a $ 6,70, un valor que en ese entonces fue récord. La primera restricción (24 de mayo de 2012) fue la resolución 3333, que creó un sistema de restricciones para compras en el exterior.
La otra normativa que endureció el cepo fue la prohibición absoluta de compra de dólares para ahorro (13 de julio de 2012). Cabe aclarar que con el paso de los meses esa medida se fue flexibilizando y al día de hoy, bajo numerosas limitaciones, se permite la adquisición de divisas para atesorar.
Fue precisamente el 24 de enero de 2014, un día después de que el Gobierno devaluara el dólar un 17%, cuando se volvió a autorizar la compra de dólar ahorro, pero con un 20% de recargo sobre el valor oficial, montos limitados e ingresos mínimos exigidos.
Continuando con el repaso de las restricciones más significativas, no se puede dejar de lado la creación de un recargo para las compras en el exterior. Primero se estableció un impuesto del 15% sobre el valor del producto o servicio adquirido (31 de agosto de 2012) y finalmente llegó a los 35% que aplican en la actualidad (3 de diciembre de 2014).
En 2015 han sido pocas las novedades respecto al cepo, pero vale mencionar que se han realizado ventas récord de dólar ahorro. Sin ir más lejos octubre de este año el Banco Central vendió U$S 703 millones bajo ese concepto.
Las últimas restricciones en relación al dólar se hicieron efectivas esta semana. El martes se disminuyó de U$S 150 mil a U$S 75 mil el monto máximo que se le permite comprar a los importadores sin consulta previa del BCRA y el jueves se anunció la reducción en un 20% del cupo de dólares para importar de las automotrices.
El fracaso del cepo
Cuando el Gobierno Nacional tomó la decisión de restringir la compra de dólares, lo hizo con un objetivo: frenar la caída de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Sin embargo, durante los cuatro años de cepo las reservas cayeron en más de U$S 20.000 millones, pasando de U$S 47.587 millones el 28 de octubre de 2011 a U$S 27.305 millones el 28 de octubre de 2015, según datos oficiales del BCRA.
Los economistas Gustavo Reyes, Sebastián Laza y Daniel Garro, explicaron por qué el Gobierno nunca pudo cumplir el objetivo que se proponía y cuáles fueron los efectos que las restricciones provocaron en la economía.
Gustavo Reyes, señaló que el cepo surgió como consecuencia de un fuerte ritmo de ventas de dólares por parte del Banco Central. “El BCRA vendía muchos dólares para respaldar la fuerte emisión monetaria que era necesaria para cubrir el gasto fiscal. Eso llevó a que el dólar fuera barato y se vendiera en grandes volúmenes”, explicó.
Laza reconoció los mismos disparadores pero agregó otro muy importante: el déficit energético. “El peso de las importaciones de hidrocarburos sobre la balanza comercial se fue haciendo cada vez más grande y provocó grandes fugas de dólares”, indicó.
Daniel Garro agregó que “las restricciones generaron una caída de inversiones mayor al que existía a fines del 2011. Eso se produjo porque el cepo terminó con la posibilidad de enviar ganancias corporativas fueras del país o ingresar divisas que luego se pudieran sacar libremente”.
Mariano Zalazar
mzalazar@losandes.com.ar