Cuando aún no había terminado ni siquiera el primer trimestre del año, el CEO de Pampa Trading, el economista Cristian Gardel, adelantó la cotización del dólar para comienzos de 2016, en la siguiente nota del 4 de marzo, publicada en ON24: “El dólar oficial para los próximos 16 meses”.
En el artículo, Gardel sintetizaba el escenario político-económico previo a las elecciones y post-electoral para, luego, argumentar el precio del dólar que él sostenía se iba a dar, según quién fuera el ganador en las urnas.
Ya con la unificación cambiaria, sin cepo y con tasas pasivas más altas, el especialista dialogó con ON24, donde sostuvo que “el precio del dólar a futuro dependerá de la política inflacionaria que impulse el equipo económico”.
Dada la impredecibilidad que caracterizó a la economía Argentina en los últimos años, ¿cómo logró dar en el blanco con la cotización del dólar para fin de año?
Si bien es cierto que nuestra economía es muy impredecible, no es menos real que los candidatos a presidente habían insinuado algunas de sus políticas económicas; o al menos eran fácilmente inferibles en función de cómo se habían manejado cada uno en sus propios distritos. El resto del pronóstico es algo de suerte y otro poco, parafraseando a Bertrand Russell, “ajustar nuestro análisis a los hechos y no caer en la tentación de ver los hechos como nos gustaría que fueran o como estos lucirían más atractivos al presentarlos”.
¿Qué repercusión, recuerda, tuvo su proyección cuando la dio a conocer, teniendo en cuenta que la mayor parte de sus colegas esperaban un tipo de cambio más elevado?
En particular, yo trabajo con futuros de dólar hace 12 años; mi especialidad implica que una errónea visión de lo que pueda pasar con el dólar en el futuro se transforme automáticamente en una posibilidad alta de pérdida de mucho dinero, así que no me puedo dar el lujo de hacer pronósticos que puedan estar sesgados por exceso de pesimismo u optimismo. El hecho de hacer un paper para pronosticar el valor del dólar, lo llevo adelante básicamente con el objetivo de ordenar ideas, identificar indicios políticos y recolectar información estadística. Una vez procesada y analizada, la redacto con la suficiente rigurosidad que requiere un artículo informativo que va a ser público. Con los colegas que comparto personalmente mis ideas y análisis, nunca hemos tenido grandes diferencias.
¿A qué responde, básicamente la cotización actual?
La cotización responde a lo que técnicamente se conoce con el nombre de “flotación sucia”, lo cual implica que el Banco Central compra en un determinado nivel que lo considera “piso” y vende en otro que lo considera “techo”. En ninguno de ambos casos las autoridades dirán cuáles son estas bandas, ni tampoco implica que estos niveles de intervención se mantendrán en los mismos niveles por mucho tiempo. Lo cual es muy bueno porque no hay nadie que se pueda anticipar a lo que el Banco Central pueda hacer en el futuro cercano (lo contrario pasó con el dólar ahorro, el dólar tarjeta y el dólar futuro), y con esto se evita que especuladores o la gente en general puedan sacar ventajas de la imprudencia de detallar las políticas monetarias futuras del Banco Central.
Con este valor del dólar, que se mantendría flotante entre bandas, de acuerdo a lo explicado por el equipo económico de gobierno, ¿qué perspectivas económicas y financieras se podrían esbozar?
Hoy estamos parados a una semana de la asunción del presidente Macri, lo cual es muy poco como para llegar a una conclusión categórica, pero es suficiente para proyectar los próximo 3 meses. Los días pasados han sido muy positivos sobre todo en términos de expectativa económica para el país. El cepo en modo “desactivando”, y la ya lograda unificación cambiaria muestran que tanto los inversores (locales e internacionales), como el público en general, confían en que este gobierno logrará domar al dólar. Hay tranquilidad y ansiedad por ver cuál será la próxima buena noticia económica. En este contexto, Macri tiene dos grandes desafíos para los próximos meses: el primero es político, que es lograr imponer el consenso suficiente en el Congreso para obtener las leyes que son necesarias para, entre otras cosas, desactivar la ley cerrojo que impide una mejora en la negociación con los holdouts, también conocidos como fondos buitres. El segundo desafío es económico, y es conseguir que tanto la suba de tasas de interés a niveles del 40% anual, como las próximas paritarias, no enfríen la economía lo suficiente como para para perder la confianza ganada. Respecto al dólar, los precios que vemos estos días están muy cerca del piso, es posible que estos valores se mantengan débiles durante las fiestas y quizá durante los primeros 15 días de enero. A partir de ahí, el precio del dólar a futuro dependerá de la política inflacionaria que impulse el equipo económico. Es muy probable que la meta que se trace esté en el orden del 15% anual para el primer año. Si esto es así, sería esperable un dólar de fin del 2016, de entre 16 y 18 pesos. De todos modos, hay que decir que este pronóstico es aún prematuro. Seguramente en los próximos días tendremos más información para hacer un análisis con bases más solidas.
REDACCIÓN ON24