De acuerdo a los resultados del Índice de Libertad Económica 2018 que anualmente elabora el Instituto Fraser de Canadá y cuyos datos corresponden al año 2016, Argentina se ubica en el puesto 160 sobre un total de 162 países analizados, convirtiéndose en una de las economías menos libres del mundo. El puntaje obtenido es de 4,84 puntos, uno de los más bajos de la serie que se inicia en el año 1970 y el segundo más bajo desde el año 2000, cuando el índice comienza a elaborarse regularmente en forma anual. En relación a la edición 2017, perdió 7 puestos en el ranking.
Cabe señalar que el ranking es liderado por Hong Kong, Singapur y Nueva Zelanda, mientras que Chile es la nación líder de la región ubicándose en el puesto 15 del ranking global, seguido por Panamá (puesto 27), Perú (44), Uruguay (65), Paraguay (75), Colombia (105) y Bolivia (123).
En la desagregación por variables, nuestro país se adjudica la peor posición en la que mensura el libre comercio con el puesto 160, seguido por la variable “moneda sana” (155). En las tres áreas restantes que comprende el índice, también se halla entre los puestos más bajos de la tabla, a partir de una fuerte intromisión del Estado en la economía y debilidad en los derechos de propiedad.
Respecto a la edición pasada, la caída se explica fundamentalmente por la variable que mide la calidad de la moneda. El puntaje en esta área descendió un 13%, es decir en 0,84 puntos, tal como se expone en el siguiente cuadro.
Los resultados del índice evidencian claramente que la presencia del Estado en la economía argentina sigue obstaculizando el crecimiento y desarrollo económico. Aun cuando a partir de 2016 tuvieron lugar algunas mejoras en materia de derechos de propiedad y libre comercio, el avance del Estado en materia de regulaciones y, fundamentalmente, en el área monetaria, han provocado un retroceso en este indicador. Puntualmente, las variables que componen el área denominada “moneda sana” registraron caídas importantes, siendo la más destacada la que mide la inflación, que disminuyó un 60%, lo que equivale a 2,72 unidades.
Así, este estudio no hace más que confirmar lo que desde Fundación Libertad se viene señalando desde hace varios años a través de diversas investigaciones. La imperiosa necesidad de realizar una reforma integral del Estado, para que el mismo sea ordenado, transparente y eficiente. Solo a partir de esto, se podrá comenzar una senda de crecimiento sostenido.
