El primer bimestre cerró con un rojo financiero de 10.800 millones de pesos, 5 veces más que en el mismo lapso de 2013, según un informe de Fundación Libertad elaborado por la Lic Agustina Leonardi.
Una de las partidas más interesantes en lo que se refiere a las erogaciones del gobierno es la del déficit operativo de las empresas públicas, es decir, los desfasajes que las mismas presentan entre sus ingresos y gastos producto de las actividades de operación, las cuales se estipulan dentro de los gastos corrientes del Estado.
Concretamente, para el primer bimestre del año el déficit operativo ascendió a $2.978,3 millones creciendo un 348% en relación al mismo período del año anterior o, de igual modo, se expandió 4,5 veces.
Si bien dicha partida representa aproximadamente alrededor del 2% del total de los gastos corrientes, la misma explicó un 27,5% del déficit acumulado entre enero y febrero de 2014, esto es, poco más de la cuarta parta del desequilibrio financiero del sector público nacional.
Por otra parte, si nos remontamos hacia el año 2003, se puede observar el notable incremento que sufrió el déficit operativo de las compañías estatales. A principios de la década kirchnerista, el déficit ascendía tan solo a $52 millones pero el mismo trepó en 2013 a 10.025 millones de pesos, es decir, creció 194 veces en diez años.
Si se tiene en cuenta el Presupuesto aprobado por el Congreso para el 2014, las proyecciones para las principales empresas del Estado demuestran que el rojo operativo se profundizará de acá a fin de año. Concretamente, para las empresas como AR-SAT; AYSA y Ferrocarriles General Belgrano (Cargas) se estiman desbalances operativos en torno a los $35; $2.349 y $168 millones en forma respectiva. Por su parte, el caso más emblemático de empresa estatal que opera a pérdida es el de Aerolíneas Argentinas, la cual cerró el 2013 con un déficit de 247,1 millones de dólares.
En definitiva, la situación de las empresas del Estado es crítica ya que operan en forma ineficiente y poco trasparente. No sólo se caracterizan por sostener a una gran masa de empleados con sueldos que a veces se ubican por encima del mercado, servicios deficientes, poco control y falta de información, sino que muchas de ellas exhiben pérdidas significativas, debiendo el Tesoro financiar con recursos propios el desequilibrio resultante, lo que trae aparejado una enorme expansión fiscal a través de un mayor gasto y por ende una mayor carga tributaria.